Pronador,supinador,neutro...

¿Neceitas ayuda?

Lo primero a tener en cuenta

Es saber qué tipo de pisada tenemos, pudiendo diferenciar en este caso tres tipos: pronador, neutro y supinador.
En el caso del pronador, este tipo de corredor rota el pie hacia adentro cuando corre (alrededor del 60 por ciento de los corredores pronan en mayor o menor medida). El neutro, por su parte, no rota el pie ni hacia el interior ni hacia el exterior, tiene una pisada normal (hablamos del 30 por ciento de los corredores). Finalmente, los atletas supinadores son los menos frecuentes, ya que el apoyo del pie lo hacen en la parte externa. A menudo, estos corredores se confunden con el tipo de zapatillas que tienen que utilizar,  ya que desgastan de forma excesiva la parte del talón de la zapatilla y en dicho caso tendrían que utilizar zapatillas neutras. Aproximadamente el 10 por ciento de los corredores son supinadores.
Otro punto a tener en cuenta es el peso. Las zapatillas tienen unos rangos de peso recomendados en función de nuestro peso. Para pesos inferiores a 75 kilos, podrás llevar zapatillas más ligeras y con menos amortiguación, es decir, con menos drop.
Si por el contrario tenemos un peso mayor a 80 kilos, tendremos que utilizar zapatillas con más amortiguación, más acolchadas (más drop) y, por lo tanto, un poco más pesadas. El corredor más pesado se puede decantar por un drop de 12 milímetros y la gente más ligera decantarse más por un drop de 8 ó 6 milímetros aproximadamente. Si se quiere probar a bajar de drop en las zapatillas, tiene que ser de forma progresiva, pues cuando bajas el drop se pueden notar sensaciones diferentes en la cadena muscular posterior (tendón de Aquiles, gemelos o isquiotibiales). El drop es la diferencia de grosor entre la suela en la zona de apoyo del talón y la zona del antepié y dedos.
En tercer lugar hay que prestar especial atención a la hora de escoger la talla. Las zapatillas no deben quedar ni muy justas ni demasiado holgadas, aproximadamente tienen que sobrar 0,5 centímetros entre el dedo más largo y la puntera de la zapatilla.  
Normalmente, los maratones son en primavera o en otoño, y dependiendo del lugar donde estemos tenemos más probabilidades de lluvia. Personalmente tendría muy en cuenta esto a la hora de decantarme por un tipo de suela con más agarre. Y por último, es importante llevar las zapatillas bien atadas para que no se desaten en carrera. Yo suelo asegurarme de que no se van a desatar poniendo un trozo de esparadrapo encima de la lazada.
Parece complicado pero no lo es tanto, si a la hora de escoger las zapatillas lo haces siguiendo los consejos de un buen especialista.

 



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