Hay veces que perdemos la ilusión;
perdemos la motivación y dejamos de disfrutar, dejamos de ver los objetivos claros y pensamos en abandonar nuestros planes renunciando a lo que nos habíamos propuesto.
Si te sientes así, no vamos bien, y
para cambiar esa forma de pensar tan negativa te voy a dar unos consejos que si te comprometes a seguir, te sorprenderás de lo mucho que puedes conseguir.
Las mujeres somos demasiado
perfeccionistas y muchas veces el intentar alcanzar esa perfección nos hace perder la confianza en nosotras mismas.
¡Fuera exigencias! La felicidad
tiene que estar en cada zancada por recorrer, no en la meta que hay que cruzar.
Es importantísimo buscar objetivos
reales que seamos capaces de cumplir.
No nos agobiemos en ver todo lo que
queda por hacer. Lo mejor es empezar por el primer paso, los demás vendrán solos.
Diviértete mientras corres,
disfruta de la naturaleza; intenta salir a correr en compañía, eso te permitirá compartir un rato agradable de deporte con otras personas y además es una excusa perfecta para conocer
gente.
No olvides nunca tu objetivo,
visualiza como te gustaría que fuese el resultado, el hecho de saber lo que quieres y lo que tienes que hacer para conseguirlo es algo que te ayudará a sentirte motivada sin casi darte
cuenta.
La motivación es una fuerza
esencial en la vida, es esa fuerza que nos impulsa a lograr nuestros sueños; su energía es la gasolina que necesitamos para lograr alcanzar nuestro objetivo tanto en el deporte como en la
vida.
Si de algo sirve mi experiencia, os
diré que en más de una ocasión pude experimentar esa sensación en mi cuerpo y hasta que de verdad lo perdí, no me di cuenta de lo que de verdad me importaba el deporte, de la cantidad de
cosas positivas que me aporta, de lo mucho que me ayuda en el día a día, pues en definitiva el deporte es una escuela de valores que se utilizan a diario para avanzar en esta maravillosa escuela
de la vida.
#nuncadigasnopuedo
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