¿Me callo y miro para otro lado, o alzo la voz y digo lo que siento?

¿Hablamos de injurias y calumnias, o no? 

“El artículo 205 define como calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. La injuria se define en el artículo 208 como la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación”.

⁃ ¿Bullying? “Acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a una persona sus compañeros” 

⁃ ¿Acoso verbal? “El abuso verbal se produce cuando una persona critica o insulta a otra persona. Es una forma destructiva de comunicación destinada a dañar el concepto de sí mismo de la otra persona y producir en ella emociones negativas”. 


Llevo unos días haciéndome las mismas preguntas.

Llevo tiempo sin escribir y siento que estoy un poco oxidada, espero explicar bien lo que quiero decir y no se malinterprete o se sienta ofendido nadie . Ante todo que quede claro que es una reflexión personal y en la que en muchas cosas no estoy de acuerdo con las formas en las que se ha tratado este tema. Yo respeto y espero que con educación sea capaz de explicarme bien. De antemano pido disculpas si alguien se siente atacado o menospreciado por mis palabras, no es mi intención y mucho menos el fin de este escrito.


Lo cierto es que leyendo RRSS  una se queda paralizada, a mi personalmente me produce escalofríos, incluso miedo. Ver como muchas veces nos otorgamos la función de Juez para juzgar a los demás, como somos capaces de hacer tanto daño con nuestro puño y letra, lo fácil y peligroso que es desde nuestra pequeña ventana de Facebook o twitter criticar, acusar, hacer afirmaciones muy serias y perjudiciales referentes a otras personas que pueden dañar y mucho, su imagen, su honor, su salud psicológica e incluso puedan llegar a ser informaciones tan graves que pueden llevar a equívoco  en investigaciones policiales por indicios de delito, ¡no es una broma! Os lo aseguro, las malas interpretaciones dan pie en momentos determinados a errores muy graves. 

Os acordáis de la carta anónima...


 Tal vez, si nos ahorrásemos esos comentarios dañinos y vejatorios, muchas veces no haría falta llevarse las manos a la cabeza después de que ocurra una desgracia, ¡si! Indirectamente hablo de depresión y de incluso suicidio. Cuando una persona es acostada, maltratada, vapuleada verbalmente, se está dañando su salud mental “La salud mental es, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida”.

Juzguen ustedes si quieren y pueden, yo...

Yo siento pena, tristeza y una enorme sensación de indefensión.  No conozco a esa chica de la cual se está hablando estás ultimas semanas, pero se lo que duelen este tipo de comentarios dañinos y cargados de frustración y lo peor; he vivido una situación parecida de total indefensión a nivel emocional.
He llegado a sentir miedo , a sentir que había gente que gozaría si nos viesen a mi familia malviviendo debajo de un puente.

Menos mal que con el respaldo de la familia y buenos amigos hemos podido reponernos a esos duros golpes, y dejémoslo ahí...


Aqui os dejo una pequeña muestra del trato vejatorio al que hemos sido sometidos y la información errónea que ha leído mucha gente, inclusive mis hijos,  ¿hablamos de justicia? ¿De verdad?


Lo triste es que este tipo de información es recogida por algunos medios de comunicación y no hacen más que ayudar a ensuciar este deporte todavía más y aumentar el odio entre los aficionados al atletismo en este caso.

Yo no voy a entrar a juzgar a nadie, ni a comparar a otras personas... 

yo hablo de mi y de mi entorno, hablo de mis hijos, padres, suegros, hermanos, abuelos... hablo de mi familia a la que se le ha hecho muchísimo daño injustamente.

 ¿Quien es el culpable? ¿El que escribe el primer twitt? ¿El periodista?¿El que comparte la noticia?

Hay que ser muy pero que muy limpio en todos los aspectos de la vida para otorgarse la autoridad moral de criticar con esta dureza a otros, para hablar de valores y de honestidad.


Dejadme coger aire, que me bajen las pulsaciones y cuente hasta tres ...


Dejadme que os diga que a mi casa llegan muchos paquetes de Amazon y otros mil sitios más, si,  pero NINGUNO con sustancias prohibidas.


Dejadme también que os explique lo que son valores, por lo menos en mi casa : 


Valores, es respetar a los demás.


Valores, es no acusar sin pruebas


Valores, es conseguir ser exitoso sin dañar a otros.


Valores, es esforzarse por ser la mejor versión de uno mismo.


Valores, es sentar a tus hijos en un sofá, explicarles el daño que hacen precisamente la ausencia de valores, explicarles que por esa falta de valores nos han hecho daño con comentarios que han roto nuestro corazón, pero que hay que seguir adelante, confiando en la justicia y otorgando al tiempo el don de poner a cada uno en su lugar.


En definitiva bajo mi modesta opinión y educación, valores es justo de lo que carecen estas personas.


Este pasado mes de octubre  la Audiencia Provincial de Madrid ponía fin al Recurso de Apelación interpuesto por “Ediciones El País” en la que ha sido condenado por dar información errónea referente a mi familia y en concreto sobre las acusaciones que se hacían sobre nosotros en RRSS, donde aseguraba que yo había recibido paquetes en mi domicilio con sustancias prohibidas... entre otras cosas.

La condena les exigía rectificar la noticia en un plazo de tiempo determinado y así lo han hecho.


 Pues oigan, ¡no!.

No es verdad y a mi entender, el periodista que ha escrito esto ha pisoteado la delgada línea roja que separa lo moral de lo inmoral, lo legal de lo ilegal... digamos elegantemente que ha cometido una infracción por dopaje periodístico, ha hecho trampas manipulando una información y perjudicando a terceros.


Pero claro, si leemos detenidamente los twitts de “mis compañeros“ entenderéis el que, y porqué,  he decidido empezar este escrito.


Ya, si, es que... el TAD “Tribunal Administrativo del Deporte” también ha instado a la AEPSAD “Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte” a que se expliquen bien  los motivos por los cuales han iniciado y posteriormente han decidido cerrar  el expediente (la apertura de un expediente quiere decir que se inicia una investigación y el cierre de expediente, que ponen punto y final a la investigación) abiertos a Julio y Fernando de tal forma que no quede cuestionado y en entredicho su honor y su imagen.  Vuelvo a hacer una re-lectura muy reflexiva de la definición de AEPSAD “Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte” Salud: «La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades» vuelvo a hacer una especial reseña al apartado de definición que abarca a la salud mental y social, totalmente olvidada por este organismo en lo que atañe al caso del que estoy hablando.


Trampas, no solo es la ingesta de algún tipo de sustancia para mejorar tu rendimiento físico. 


Trampas, también es jugar sucio con la salud emocional de tus rivales, intentar desprestigiar o desmerecer el éxito cosechado por otra persona.  ¡Eso también se merece una sanción, un castigo, una penalización!


Esto es algo que nos debería hacer pensar dos veces antes de escribir y es algo que se debería tener en cuenta por parte de las instituciones para que no vuelva a suceder.


Sin alejarme de este tema, más bien, encuentro en todo lo expuesto anteriormente la explicación a la escasa participación de atletas federados en los últimos campeonatos de España de maratón (4 chicas en el último).


Nosotros mismos nos hemos cargado el atletismo, hemos herido de gravedad a este deporte. Lejos queda el compañerismo de los años de Martin Fiz, Alejandro Gómez, Diego García, Alberto Juzdado ... donde todos eran uno y uno eran todos,ahí el éxito de sus hazañas. Donde al atleta se le admiraba, respetaba, donde se entendía que la soledad del corredor de fondo era algo más que una utopía, era cuestión de mucho trabajo, esfuerzo y superación. 


No como ahora, que es mas postureo, oportunismo y lo más parecido a un circo mediático donde se miden los caracteres que escribimos en RRSS en función del número de likes que queremos arrastrar en vez de buscar ese protagonismo en nuestra propia superación.


 Así lo siento y por eso tal vez siempre se me recuerde como una atleta “mediocre” que no se siente identificada con la nueva visión y gestas virtuales de los que un día fueron mis “compañeros”. 


Por suerte dentro de mi “mediocridad” he tenido la oportunidad de conocer a “viejos rockeros”, atletas soñadores que vivían sus propias vidas lejos de juzgar las vidas y logros de los demás, atletas imperfectos capaces de superar sus defectos riéndose de si mismo en vez de reírse de los demás; como yo, que disfrutaban del atletismo de asfalto, cross o pista de forma sana y lejos de las nuevas tecnologías, rivales cuando portábamos con orgullo un dorsal y amigos con los que seguir trotando por la vida siempre con respeto, educación y admiración a los rivales.


Por la educación, valores y honestidad con la que siempre he vivido y seguiré viviendo, no tengo ningún problema en que se hagan públicas mis análiticas e invito a esos atletas compañeros que se han sentido engañados en algún momento, que también den permiso a hacer las suyas públicas, cuanta más transparencia mejor!!!


Tampoco me avergüenzo de pensar como pienso, de ser como soy.


Por respeto, cariño y por una 

promesa que supera el amor incondicional que siento por alguien que me guía desde el infinito, nos seguiremos viendo por el asfalto de algún pueblo o gran ciudad, algunas veces trotando y disfrutando del simple placer de correr y otras dejándome la piel, gozando de mi propio dolor, eso sí, antes de que me despellejen ya os digo yo, sin pelos en la lengua ni miedo a que me hagan un control antidopaje (sigo viviendo en el mismo sitio y llevo mucho sin pasar ninguno) que no me saco la ficha federativa de atleta porque no me da la real gana, si tengo la de entrenadora, básicamente la tengo por el mismo motivo, porque me sale de la peineta. Quizás como entrenadora pueda volver a conseguir que mis atletas recuperen los valores e ilusiones que un día me iniciaron en esta aventura, quizás pueda contribuir a que el atletismo recupere el entusiasmo de aquella época espléndida de los viejos rockeros, ¿Quien sabe si puedo contribuir a que más y más gente recupere la ilusión por disfrutar del placer que tiene tu propio dolor y no busque placer en el dolor ajeno, tal vez pueda seguir con el legado que nos ha dejado el “Tío Julio “. 


 ¡Tranquilos!, se fue sabiendo que todo estaba solucionado y ganado, se fue pidiendo justicia.