VVRunners


Vanessa Veiga 

Los sueños no están para ser conseguidos, están para ser perseguidos. No cabe duda de que alcanzarlos no será nada fácil y que a veces incluso, resultará imposible alcanzarlos, pero eso no es lo importante. Lo importante es vivir convencidos de que tenemos pleno derecho a intentarlo a elegir nuestro camino donde quiera que nos lleve, creer en uno mismo no es creer que lo vayas a conseguir siempre, si no creer que mereces hacer lo que amas y solo por eso ya merece la pena perseguir los sueños.


#nuncadigasnopuedo 


CUANDO EL CANCER LLAMA A TU PUERTA

CUANDO EL CANCER LLAMA A TU PUERTA


A mi me vais a permitir que en esta entrada solo diga “chapó kikon “

No solo nos dejas sin palabras cuando hablas a toda prisa y sin descanso, también lo haces cuando escribes de puño y letra lo que dicta tu corazón. Eres una gran mujer y te mereces lo mejor.


“Tengo a la jefa con su silbato de la muerte amenazando a mis pobres orejillas desde hace tiempo, para que escriba algo para todas en el blog, que hace mucho que no hacemos ninguna entrada y hay que darle vidilla… y ahora (por desgracia para mi) no puedo ponerle la excusa del tiempo, que ahora tiempo es lo que tengo y mucho.

Esta semana hemos celebrado el día mundial contra el cáncer de mama y como todos sabéis me ha tocado verlo desde el otro lado de la barrera, y si hace unos meses me hubieran dicho que me perdería todas las carreras presenciales del post confinamiento no solo no me lo hubiera creído sino que me hubiera hasta cabreado… tantos proyectos, esa Behobia, esa Maratón de Valencia y volver a recorrer esa alfombra azul, mi Rock and Roll Madrid que fué mi primera media y a la que tengo un cariño especial… y de repente, ups, el cáncer llama a tu puerta, así sin avisar como las multas o los reclamos de hacienda y firmas el acuse de recibo porque no hay más opción y de repente todo da un giro de 360º… pero coño, también esto a mí… pues también, porque la vida tiene estas zancadillas que uno no entiende y que seguro que tendrán un para qué al que todavía no doy respuesta…

Quizá sea para recordaros con estas letras que sois afortunadas porque podéis correr cada día, aunque muchos días eso os parezca una tortura, aunque esas rotondas infernales aparezcan en nuestras pesadillas, aunque palabras como 500 o 1000 no nos suenen a euros y música celestial en nuestros oídos y se nos pongan los pelos como escarpias cuando van acompañadas de ese 5x o 6x que no es para dar velocidad precisamente a los audios del whatsapp… sois afortunadas porque podéis correr y disfrutar de todo lo que ello conlleva, objetivos, postureo, compañeros, amigos, familia, cervezas, desayunos, carreras, turismo runner, cruzar metas, abrazos, sonrisas, gritos, disfraces,  el silbato infernal y hasta postcarreras que acaban en shitons a las mil de la madrugada (los pros también deben dulces a la jefa que os pensáis… son mi “esperanza en la humanidad” pero afortunadamente porque son humanos).

Podéis correr, así que hacedlo… por vosotros y por los que no podemos hacerlo y lo deseamos con todas nuestras fuerzas…

Recuerdo como si fuera ayer, en una de tantas tiradas que me ha tocado hacer sola por los turnos de trabajo, que a la altura de nuestro puente blanco, volviendo hacia casa, hasta los pelos y sabiendo que aún me quedaban como 4 km de subida, pensé en pararme y seguir andando y justo me crucé con un chico parapléjico que supongo que iba o venía del hospi, y no sé qué cara me debió ver que me dijo “ánimo campeona, piensa que muchos daríamos lo que fuera por poder estar haciendo eso ahora mismo, daríamos lo que fuera por tus piernas” … esta anécdota se la he contado a alguna compi, pero desde entonces salvo causa de fuerza mayor, creo que no me he parado nunca más en mi vida ni siquiera en un entreno.

Así que ahora soy yo un poco ese chico (con la suerte de que lo mío será temporal y volveré a ver esos culitos bonitos el día menos pensado y a gritaros eso de que qué estáis más fuertes que el vinagre, mientras la jefa me regaña por gritar en mitad de las series y a decirme eso de “Kikon si tienes fuerzas para gritar las tienes para ir más rápido, que no callas ni corriendo”)… y necesito que corráis por mí (y por mi super Yoli, que en esto vamos de la mano, amiga) y que disfrutéis con cada zancada, y que sigáis odiando las rotondas pero disfrutando del trabajo bien hecho, de cada meta que traspaseis, disfrutando de todas las cosas maravillosas que aporta este inmenso grupo humano que ya más que un club de running es una gran familia, la familia rosa, la familia del nunca digas no puedo…

Behobia está a la vuelta de la esquina, aun no sé si he asimilado que mis defensas y mi cuerpo escombro no me van a permitir acompañaros en la hazaña, sobre todo a las que cruzareis esa meta por primera vez y a las que os estrenáis en la distancia… me hace tan feliz ver la cara de esas compis que terminan su primera media, me gusta tanto acompañaros en esas tiradas llenas de incertidumbre, de preguntas, de miedos y a la vez de emoción y de ilusión.... solo puedo pediros, casi exigiros, que disfrutéis cada minuto, cada entreno, porque habrá más, muchas más, pero la primera siempre es inolvidable, mi corazón “cancerosillo” irá con vosotras en cada zancada, cuando abráis ese gel, cuando subáis el “jodio” Gaintxurizketa, cuando veáis al Pirata… pero también lo tendréis con vosotros cuando estéis pegándole a las “milnov” y poniéndoos ciegos a pintxos y a txacoli… menudo atracón me voy a pegar desde el sofá ya lo veo venir jajajaja… lo único malo es que mi corazón también irá ese día con las “gacelillas” de la media del Mediterraneo y esos también se pondrán piojos a cervezas, que menudos disfrutones son y volaran en la carrera (y a esas velocidades de los “kipchogues” no sé si mi cuerpo escombro podrá resistir) y nos mojaremos los pies en ese mar maravilloso (alguno igual hasta se baña y me la lían y me veo con pintxos, en el mar y a lo locooooo)

Disfrutad, disfrutad y disfrutad y CELEBRAR LA VIDA TODO EL RATO, porque el ahora es lo único que tenemos, relativizad, sed más flexibles, priorizad, dedicad tiempo a lo que de verdad importa, que no tenga que llamar a vuestra puerta un cáncer para daros una colleja…

Y un GRACIAS gigante a todos, porque desde el minuto cero me habéis acompañado, ayudado, animado y sois creadores de momentos inolvidables como ese comando jardín, ese taller de yoga, ese video tan tan entrañable, esos desayunos, esos regalazos inolvidables en forma de llavero, colgantes, tartas personalizadas, fotos, sopita de pollo de mi Alex para alegrarme el alma en cada ciclo, cremitas de verduras ricas, picnic, mis paseadores de perros (Aurora, no tendré vida para agradecer lo que estás haciendo cuidándome a Mulanchi), esos millones de mensajes de whatsapp, llamadas, ese corazón rosa que lo inundó todo cuando me operaron… y ese seguir ahí cada día… que afortunada soy, que suerte de amigos, que son familia, tengo.

Aún nos quedan unos meses duros en esta maratón tan complicada, pero llegaremos a la meta, y sé que seguiréis ahí para darnos ese abrazo que luego no se borra nunca de la memoria (por lo mal que olemos pero sobre todo porque la emoción lo empapa todo jeje), y que volveremos a sumar kilómetros juntos y a celebrar la vida como se merece… pero mientras, gracias por ser ese avituallamiento tan necesario en todas las carreras y que tanta fuerza y tanta luz me está dando…  

Y recordad, que “la Kica” amenaza con volver y poner las cabezas más locas que nunca con su cháchara interminable… os quieroooooo!!!!”

 

 

 #nuncadigasnopuedo


Ocho semanas.



Nuestra protagonista de hoy es bastante nueva en el grupo y en el deporte.


Hace tan solo dos meses que se calzó las zapatillas por primera vez; y que primera vez... ella traía el glamour de casa, no había hecho deporte NUNCA, prueba de ello es que no se le ocurrió mejor idea que ponerse un sujetador lencero (antes muerta que sencilla).


Su segundo día tengo que reconocer que me hizo regresar a mi casa con una enorme satisfacción personal; era un día muy desapacible, de mucho frío y lluvioso, tanto Vicen como Mar vinieron un poco desconfiadas y pensando que se suspendería el entrenamiento (se notaba a leguas que eran novatas) “El agua no mancha “ así con esa frase metida a presión y a “capón “ empezaron su entrenamiento, a medida que los minutos iban pasando, ellas se iban mojando más y más a la vez que la sonrisa iba creciendo en su rostro. Esa sensación de libertad, de hacer algo tan simple como correr bajo la lluvia les estaba aportando una felicidad difícil de explicar.


Día a día los avances han sido muy notables hasta el punto de animarse ya a hacer su primera carrera.

Esta mujer además de ser una gran madre, es valiente, decidida, cabezota y me han dicho que muy golosa. Me han dicho que sus torrijas son espectaculares...

 

Voy a dejar de enrollarme y la voy a dejar a ella que nos cuente su experiencia en el mundo el running, pues ella es el mejor ejemplo para animar a más gente a practicar deporte, nunca es tarde. 



“¡Hola! Me llamo Vicen, tengo 53 años Y quería compartir con todos vosotros lo que estoy viviendo en la actualidad, jamás me hubiera imaginado que yo podría hacerlo.


Os cuento, yo trabajo en el hospital de Toledo y un día hablando con una compañera me contó que salía a correr dos días en semana con un grupo de gente que se llama VVRUNNERS, a mi me llamaba muchísimo la atención, me gustaba lo que me contaba pero me veía a mi misma incapaz de hacer lo que ella hacía, mi edad, mi peso, el no haber hecho nunca deporte... finalmente Manoli que así se llama mi compañera, consiguió convencerme a mi y a otra compañera que se llama Mar.

Las dos bajamos a entrenar, ilusionadas pero si he de ser sincera, sin muchas esperanzas de  ser capaces de aguantar.


Vanessa, nuestra profe, enseguida nos puso tarea y sin mucho pensar nos pusimos a correr; no fue fácil (no os voy a engañar) pero la satisfacción que sentimos al terminar hizo que quisiéramos repetir.


El segundo día fue inolvidable, teníamos agujetas hasta en las pestañas y encima se puso a llover, nuestra intención era volver a casa pero Vanessa no nos dejó, nos animó a seguir y experimentar la sensación de libertad que te da sentir el agua resbalando sobre la piel, era como si flotáramos, estábamos mojadas pero muy felices (no os podéis imaginar la cara de mi marido cuando ese día llegué a casa). Así, cada día nos íbamos enganchando más y más, no faltábamos a ningún entrenamientos. Yo estoy doblemente feliz porque mi hija Cristina al verme tan contenta también se quiso unir al grupo y el poder compartir con ella esta actividad me gusta muchísimo, no tengo palabras... mi hija me anima y apoya muchísimo, hay muy buen ambiente en el grupo, todas las compis son muy cariñosas, me hacen estar muy cómoda y estoy súper feliz.


El día 5 de enero corrí mi primera carrera, una carrera benéfica contra el Cáncer, en Cobisa,  y me siento muy orgullosa de mí misma porque conseguí terminarla entera y llegar a la meta fue una sensación maravillosa, ¡una gozada!. Quiero seguir corriendo, correr dentro de mis posibilidades,claro.


Quiero dar las gracias Manoli por animarme a empezar, a Mar por acompañarme en este reto, a mi hija Cris por confiar en mi, también gracias a mis compañeras y a ti Vanessa por cuidarnos tanto.


No olvidéis nunca #nuncadigasnopuedo “



¿Os ha gustado? Pues entonces no dejéis de leer lo que nos cuesta su hija Cristina. En otro post ya hablaremos más detenidamente de ella...


“Mi nombre es Cristina y escribo para hablar de mi madre Vicen.

Ella es una mujer muy luchadora, de las que puede con todo. Voy a hablaros de su último propósito.


Jamás hizo nada de deporte, a pesar de que yo siempre la animaba a hacerlo conmigo. Nunca le había motivado salir a correr o ir al gimnasio. Un día llegó a casa y me sorprendió con la maravillosa noticia de que se iba a apuntar a un grupo de mujeres, muchas de ellas compañeras de trabajo, para entrenar dos días en semana. Yo alucine, no me la creía. Pensé que no aguantaría más de dos entrenamientos.


Pues bien, ya hace dos meses que empezó a correr y el pasado 5 de enero hizo su primera carrera de 6,5 kms. Fue impresionante verla ahí conmigo, súper animada, contenta y sobre todo muy orgullosa de ella misma, y haber conseguido hacer lo que tanto respeto le daba, correr y encima sin compañía. La hizo sola, controlando sus tiempos, sus fuerzas, su mente y sabéis que? Lo hizo fenomenal. Eso la motivó todavía mucho más, ahora quiere mejorar, seguir cuidándose.


Mi madre, Vicen, ahora es una VVRUNNERS, tiene hábitos y aficiones saludables y lo mejor de todo es que está encantada con el cambio que ha dado su vida. Y yo también de verla así de feliz y de poder compartir esa afición que ahora ambas tenemos. EL DEPORTE Y LA VIDA SANA “


ME NEGARÁS 3 VECES ANTES DE QUE CANTE EL GALLO….. 42 K LA PROMESA INCUMPLIDA!!




Hay veces que se disfruta más de los éxitos de los demás que de los propios, y esta es una de esas veces.


Conozco a Ali desde hace bastante tiempo, se como piensa, se leer a la perfección cada gesto de su cara. Si, voy a ser sincera, tengo que reconocer que me sorprendió y mucho que fuera ella la que me dijera que había decidido correr un maratón, he perdido a cuenta de las veces que se lo propuse... Y me puedo imaginar que su marido no se habrá quedado corto tampoco.


Conocer bien a la persona con la que tienes que trabajar ya es tener la mitad del éxito.


Ha sido una aventura genial, donde hemos disfrutado mucho; ella corriendo y yo observando, viendo como poco a poco su forma de correr iba cambiando, como progresaba, la ilusión con la que entrenaba. Me siento muy feliz, como si hubiera corrido yo, me encanta esta sensación de satisfacción que trasmite, me siento súper realizada  por el éxito de esta chica a la que tengo un cariño especial. Yo espero que esta sea la primera de muchas maratones y que sea el primer paso para otra aventura que espero compartir junto a ella, aunque  a día de hoy es muy reacia pero que estoy segura terminará por hacer, ¡y lo sabes!


¡Enhorabuena campeona! Se lo duro que ha sido, lo difícil que ha sido sacar tiempo, me alegro muchísimo de que tú experiencia fuera tan bonita, ha sido un gran ejemplo para tus hijas y por supuesto has tenido el mejor compañero de viaje. Estamos muy orgullosos de ti.


¡¡Ali, te quiero!! Y el “tío Julio” también te apreciaba muchísimo, me alegra saber que le llevabas en tus pensamientos, estoy segura que desde algún lugar estratégico, también él te ha mandado un poquito de energía.


Ahora que siga ella que yo me pongo a llorar.


      ⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️⬇️


ME NEGARÁS 3 VECES ANTES DE QUE CANTE EL GALLO….. 42 K LA PROMESA INCUMPLIDA!!


¿Cuántas veces me habréis oído decir que NUNCA correría un maratón? 50?, 100?, 200?... pero un buen lunes del mes de junio mientras trabajaba para cumplir con otro objetivo, me dije llena de energía, pues sí! Lo voy a conseguir! y además voy a correr un maratón!!... No me preguntéis por qué, sé que no tiene explicación…..


Sin pensarlo dos veces llegué al trabajo, encendí el ordenador y compré el dorsal. A continuación llamé a mi marido para contárselo, no pude ver su cara detrás del teléfono, pero sentí un silencio que ponía en duda el acierto de mi decisión, seguido de ¡muy bien!, ¡me alegro mucho!.


Fue fácil, saqué el dorsal y vino el alegre verano, colgué las zapatillas y me dediqué a “veranear” hasta que llegó septiembre de la mano de Vane y su entrenamiento. Era el momento de ponerse las pilas. 12 semanas por delante, 12 semanas me separaban del próximo reto. El calor, las cañitas y el pescaíto frito acumulado del verano dificultaban los primeros días de entrenamiento con ritmos bajos y sufrimientos altos y es entonces cuando pensamientos como “¿no te habrás venido muy arriba?….pero si vas como una elefanta por el parque, como vas a correr un maratón?”, “¿Qué pensabas, en la foto y el postureo?” “NO AMIGA, NO”, “para llegar a la meta vas a tener que ganártelo, vas a tener que luchar día a día y semana a semana, pero… ÁNIMO!!, solo son 12 semanas!! Y así fueron sucediéndose los entrenamientos, con malísimas sensaciones, pero con confianza absoluta en el plan de Vanesa. Sabía que si cumplía lo conseguiría.


Con el paso de las semanas el cuerpo me pedía más y más kilómetros, pero ahí estaba la jefa para decir que no. Siempre buscando el equilibrio del entrenamiento suficiente para no lesionarme.

Y llegó el momento, sin dolores, sin molestias, sin nervios y con el entrenamiento cumplido. Lo había hecho todo, las series, las tiradas, la alimentación, la hidratación, el fisio, el descanso. Nada había quedado al azar, NO PODÍA FALLAR!!


Haber llegado hasta aquí ha sido nuestro primer éxito, Vane. ESTABA EN LA LINEA DE SALIDA!! Rodeada de miles y miles de corredores, con sus miedos, con sus nervios, con un intenso olor a réflex. Pistoletazo de salida y Nino Bravo de fondo: ¡Liiiiibreeeee como el sol cuando amanece yo soy liiiibreeeee, como el maaaarrrr!!! Primeros 10 kilometros, siento las piernas muy pesadas, pero no me preocupa, ya lo sabia, (me lo adelantó Vanesa), sabía que me iba va a pasar, es debido a la carga de hidratos.


Divido la carrera mentalmente en 4 partes y ya he pasado la primera, de la segunda y de la tercera ni me entero, me siento bien, disfruto con la ciudad, con su gente, las fallas, los tambores… deseando llegar al km 30 y adentrarme en el centro de la ciudad.


Veo el km 30, ultima parte de la carrera, la ciudad es un autentico hervidero, la gente grita enloquecida, mi dorsal también ayuda, la verdad! 


Atravieso el centro de la ciudad en una nube, palmeando con los niños y al grito de ¡vamos tía buena! No podía pedir mas. Ya por el km 34 la euforia desaparece, me duelen mucho las piernas y aun me quedan 8 km, pienso en ellos y se me hacen un mundo!!… Comienza la lucha interna, me molestan los gritos de la gente y solo escucho una voz que me dice ¡párate un poco, te sentará bien!, quizás te recuperes, no pasa nada! Los ánimos de la gente se vuelven molestos ya no me gusta que me digan tía buena!, me sienta hasta mal, me dan ganas de decirles !!corred vosotros y dejadme en paz!!!. Ahora sí, me doy cuenta de que estoy sola, que soy yo contra mí!!, que solo yo puedo gestionar esta situación. Intento tranquilizarme, estas sensaciones no son nuevas, ya las he vivido, las he trabajado en las series y en los rodajes y sé que puedo superarlas, se que es sólo mental!! Y me digo: NO AMIGA, NO!! No has llegado hasta aquí para pararte, no le vas a contar a tus hijas, a las que exiges en el día a día que no se paren, que tú te paraste porque estabas cansada. Claro que estás cansada!! Como el resto de miles de corredores, pero tú no te paras, porque no te pasa nada, SOLO ESTAS CANSADA!!!….. y Así llegué al km 38, donde no sé cómo volví a conectar con la gente, con sus ánimos, ya no me dolían las piernas y tenía claro que íbamos a llegar. Y digo íbamos, porque a mi pobre marido le acabó pasando factura ir a mi ritmo para acompañarme y sufrió más de lo previsto. Gracias cariño, gracias por estar siempre a mi lado.


El maratón es una prueba dura, no te va a regalar nada, pone a cada uno en su sitio, se lo oí decir una vez a “tío Julio”. Qué gran verdad! Es una lección de vida, un compromiso que necesita alimentarse de ilusión y te exige trabajo y constancia, pero te lo va a recompensar con creces cuando llegas a la meta y te inunda la satisfacción de saber que no ha sido fácil, pero lo has conseguido gracias al esfuerzo.


Moraleja: Juntos lo conseguimos y juntos conseguiremos cualquier proyecto que nos propongamos.


Alicia Pérez García

(Maratoniana )


"No hay distancia que no se pueda recorrer, ni meta que no se pueda alcanzar"



Conseguir que Ana con lo prudente que es haga una medida no es un reto, ¡el reto es que nos lo cuente!

Es una chica reservada y lo primero que tuve que hacer es ganarme su confianza, la verdad es que me lo puso muy fácil, yo creo que en esto ayudó mucho su vecino Ramón.

Ana, es muy disciplinada y baja a entrenar siempre con ilusión y una enorme sonrisa que delata lo mucho que disfruta corriendo, muchas veces no hacen falta palabras, basta con ver la cara de las personas para saber que la cosa va bien, tal vez ese sea el motivo por el cual no me gusta mucho que mis chicas hagan carreras de larga distancia en verano, a mi me gusta el contacto y estar a pie de asfalto, me gusta contagiarme de su alegría e ilusión.

Ahora, que ella os cuente su particular aventura por tierras valencianas. 


Hola compis Vv's, me ha pedido Vanesa os cuente mi experiencia en mi primera media maratón.
Lo primero, deciros que formo parte de este super grupo, lo digo de verdad, de verdad, desde marzo de este año. Yo corría por mi cuenta, de manera poco disciplinada, yo estaba un poco estancada y Ramón, mi vecino, que muchas conocéis, insistía que me apuntara, al final le hice caso. Y no me arrepiento, me di cuenta enseguida, que la forma de entrenar hace mucho, pronto noté mis progresos.
La primera carrera que hice con un grupo grande de vosotras, fue la Rock and Roll de Madrid, en ella íbamos las que hicimos 10 y las que hicieron la media, entre éstas últimas, Aurora, que al ver su buen rollo al terminar, sus sensaciones y emociones positivas, fue la que me hizo pensar en la posibilidad de lanzarme a esta aventura. Después, Ramón, que ya le mencioné antes, nos animaba a mí y a mi marido, Santi, a que nos apuntásemos a la de Valencia, que para él es la mejor y para hacerla como la primera, la ideal, porque es llanita y tiene mucho ambiente y está muy bien organizada.
Lo hablé con Vanesa, y nos apuntamos Santi y yo. Empezamos a entrenar... Lo peor, el verano por medio, que es lo que no la gustaba a ella, el calor y eso de que no te pueda ver cómo vas.

Ya al grano, la experiencia, 27 de octubre de 2019, 9:00 horas (antiguas 10h, porque justo nos pilló el cambio), Valencia. Como en cualquier carrera corta, larga, los nervios son inevitables. Casi a las 9:15 salimos nosotros, el último cajón, los blancos, 2h ó +. Los primeros 10km, fenomenal, un ritmo por debajo de 6' el km, yo veía a las liebres de las 2h cada vez más cerca, pero en ese km aproximadamente, me dio un poco de bajón, hacía calor, en el avituallamiento cogí la botella, bebí un poco y no la tiré, sabía que iba a necesitar beber más... Y perdimos a las liebres de vista. Luego me recuperé un poco y a tirar otra vez, no tan fuerte, pero ves que puedes seguir sin problemas. En el km 15, nuevo avituallamiento, más agua y un gel que llevaba yo, que tomé porque mis piernas empezaban a estar cargadas y pufff, a Santi le dio un tirón, bajamos un poco el ritmo, que no os voy a engañar a mí también me venía bien hacerlo, y seguimos. En dos o tres ocasiones tuvo que apartarse para que le echaran Reflex y yo por supuesto no le iba a abandonar, tenía que seguir con él, igual que él decidió ir conmigo desde el principio, a pesar de que parecía estar más fuerte que yo. Ya últimos 700m, Santi paró, no podía seguir, yo no sabía que hacer, pero él me dijo que siguiera, que yo iba bien y eso hice. Seguí sola y parecía no terminar nunca, empiezas a ver los hinchables y la meta más adelante y crees que no llegas y hasta quería parar. Cuando me pasó esto, lo hago también cuando subo a nuestro Valle, me marco objetivos más cortos y los voy superando uno a uno, y quedando, no estoy segura unos 300 ó 200m, me empecé a encontrar fenomenal y seguí hasta la ansiada meta incluso adelantando a otros/as runners. Cuando pasé la meta, estaba preocupada por Santi, pero llegó enseguida después de mi, consiguió volver a correr y entró solo 1/2 minuto después. Nos abrazamos, nos besamos, alguna fotillo y seguimos andando para coger algo de beber. Y hasta que no me pusieron la medalla, no fui consciente de lo conseguido, entonces empecé a llorar, de echo escribiendo ahora mismo,  me vuelvo a emocionar, ¡¡que momento!!, es algo que no sé muy bien cómo explicar, la recompensa a un gran esfuerzo, imagino que muchas lo habéis vivido igual y me entendéis.
Ahora, a pesar de las piernas cargadas, alguna ampolla, pero pequeña, alguna uña tocada, ... se que quiero seguir y volver a sentir estas emociones más veces y animaros a las que no lo habéis vivido, a hacerlo.
Al escribir esto, no puedo evitar recordar mis comienzos en este mundo. Empecé a correr cuando dejé de fumar y porque cuando veía por ahí a la gente corriendo me daba mucha envidia, y empecé muy poco a poco, y con pocas esperanzas de conseguir mis primeros 30' seguidos corriendo y llegó mi primera carrera, humilde, 5km, la de la mujer de Toledo, fue muy importante para mí, la hice con mi compañera y amiga, Bárbara, ella lo sabe, hasta enmarque el dorsal, con una foto juntas y este mensaje "no hay distancia que no se pueda recorrer, ni meta que no se pueda alcanzar". Luego hubo más carreras, que igual he compartido con otros/as amigos/as, siempre se agradece la buena compañía. Pero ni mucho menos me planteaba llegar a correr una media,  pero es verdad nuestro lema, #nuncadigasnopuedo. Y a parte de conseguir pequeños retos personales, imagino como a muchas, también me viene muy bien porque mi trabajo es sedentario y un poco estresante, con lo que para mi salud física y mental esto del running es lo mejor.
Por último,  darte las gracias Vanesa, se que sin tí, tus entrenos, y tu confianza en mí no lo hubiera conseguido. Dar también las gracias a todas las Vvrunners (una pequeña gran familia), con las que entreno, de mi grupo y de otros, con las que he coincidido por alguna u otra circunstancia, por vuestra compañía y también confianza y ánimos que me habéis dado. Y también tengo que dar las gracias a Santi, mi marido, que es el que me aguanta, y el que siempre está ahí, te quiero.
Y repito: #NUNCADIGASNOPUEDO

Pack indivisible

 “Como sabes a quien pedírselo...” Así respondieron curiosamente las tres cuando les pedí que escribieran algo sobre su experiencia con este deporte. ¿Porqué a las tres? Muy simple, las tres empezaron en la misma época, las tres son un pack indivisible y las tres forman un equipo increíble del cual me siento tremendamente orgullosa.


A Charo ya la conocía antes de empezar en el grupo, ella es maestra en el colegio de mis hijos, aunque en realidad, donde solíamos coincidir era en los pasillos del hospital, allá por el mes de abril del 2015. Ninguna de las dos estaba pasando un buen momento, yo cuidaba de mi padre y Charo de su hermano, solíamos coincidir en el pasillo y, nos saludábamos, comentábamos el estado de nuestros familiares. Así es como fui cogiendo cariño a la profesora de inglés de mi hijo David.

Pasaron los meses y el 31 de diciembre de ese mismo año, en la San Silvestre, volvimos a coincidir. Yo comentaba con un amigo que no estaba muy contenta con mi carrera y de repente me agarraron del hombro y cuando me giré allí estaba ella, Charo, quería decirme que se había emocionado con un post que había escrito en Facebook, que se identificaba con lo que yo había escrito. No fue lo que me dijo, fue el cariño y el brillo en sus ojos el que me hizo tragar saliva rápidamente para no ponerme a llorar. Eran días de hacer balances, días en los que la gente valoramos lo importante que es la distribución del tiempo, momentos en los que recordamos a los que ya se han ido y días también de agradecer y marcarse nuevas metas, dicho así suena bien ¿verdad? ¡Pues estamos en mayo y la mayoría ya no se acuerda de la lista de propósitos que tenía para este año!. No os preocupéis, cuando Charo me cogió del hombro yo casi había olvidado lo que había escrito dos horas antes, eso sí, desde ese 31 de diciembre nunca más lo he vuelto a olvidar. ¡Gracias Charo!

En mayo de 2016 Charo empezó a correr y para mí fue todo un descubrimiento, desde entonces Charo se ha convertido en la mamá de las VVRunners, su cariño, dulzura, sus ganas de superarse nos hacen ver en esta mujer un ejemplo a seguir.


También en la primavera del 2016 empezó a correr Mª Carmen, de ella yo destacaría su timidez, bondad y su discreción. Es una chica de pocas palabras pero con un semblante que habla por ella, solo con verla a la cara podemos intuir cómo se encuentra. 

Mª Carmen empezó a correr a la vez que tuvo que aprender a ser fuerte, muy fuerte. Probablemente el deporte le ayudó a gestionar mejor sus emociones a la vez que tuvo la oportunidad de conocer gente nueva y así pudo cumplir su primer objetivo, vencer su timidez. Las carreras han sido objetivos que poco a poco ha ido superado junto a sus inseparables amigas. Quizá sean esas amigas las que consigan vencer las inseguridades de Carmen y pronto podamos ver a las tres en la línea de salida de su gran objetivo, ¡yo me muero por verlo!


Mayte es la más atlética, años atrás había hecho atletismo y después de algunos años decidió unirse al grupo, también lo hizo en la misma primavera que sus ya inseparables amigas. Mayte es muy prudente, tímida y muy trabajadora , no para hasta que consigue su objetivo, también es una persona que se adapta muy bien a todas las circunstancias, lo mismo da hacer una carrera de 10kms o bailar hasta el amanecer (doy Fe de ello).


A mí me ha dicho un pajarito que lleva tiempo con ganas de dar un pasito adelante y que ese pasito como no podía ser de otra manera, será acompañada de sus dos inseparables... por mi parte y si ellas quieren, empezaremos a trabajar desde mañana mismo. 

Creo que no hay mejor forma para conseguir objetivos que hacerlo con gente que quieres y en quien confías, no hay mejor compañía que estar con gente que te hace reír y también con gente que te ofrece un hombro donde poder llorar y encontrar consuelo cuando se necesita.


Ya sabéis que soy un poco “bruja” y he pedido por separado a estas tres inseparables que me escribieran algo sobre su experiencia con el grupo y sobre su amistad, a cada una le he dicho que era una sorpresa para el resto, Jjajaja 

En realidad lo que quiero es que sea una triple sorpresa y que podáis disfrutar y entender esta bonita amistad. Este grupo es mucho más que correr, el objetivo no es ganar carreras, lo importante es que las personas seamos felices y que el deporte sea una herramienta para lograr alcanzar esa deseada felicidad.



Mayte

TRES AÑOS DE UN TRÍO

 

Con motivo del tercer año en esta gran familia, VVRUNNERS, quiero agradecer en especial a dos compañeras con las que comencé esta andadura de novatas, Mari Carmen y Charo. Desde el principio, intentando aguantar los veinte minutos de calentamiento que ¡como costaban al principio! Nos parecían interminables…

Poco a poco nos animábamos a seguir aguantando y así hasta la primera inscripción a una carrera que compartimos las tres, fue la del Alzheimer, muy bonita y terminamos bastante motivadas, como bien repetía Charo: “hay que apuntarse a carreras para motivarse”. La insistencia de ambas me dio fuerza para apuntarme a la siguiente y seguir con esta aventura del running.

Y así, poco a poco, entreno a entreno, carrera a carrera, y en resumen, sumando tantas vivenciasde todo tipo, ha surgido esta GRAN amistad.

¡Gracias campeonas! Seguid así, no os rindáis nunca y, a pesar de todo y cueste lo que cueste no dejéis de enfrentaros a nuevos retos, los cuales compartiré con vosotras encantada y disfrutaremos juntas de este regalo que nos ofrece la vida. Y la media pa cuando???

Y para terminar, GRACIAS a ti Vanessa, sin ti, todo esto no sería posible y por supuesto a todas mis compañeras VVRunners por ser tan ESPECIALES.

 

Un abrazo enorme.

 



Charo 

-Madre, mira, Vanessa Veiga, ha empezado a entrenar a un grupo de mujeres. Son dos días a la semana. ¡Apúntate, anda!

Así empezó todo.  Claro, yo no hice caso a mi hijo a la primera de cambio. A indecisa no hay quien me gane. Pero, con lo que yo no contaba es que, a pesado, tampoco hay quien venza a este retoño mío. A partir de ese momento, todos los días wasap del niño preguntándome si ya había ido al entrenamiento. Entre tanto, por circunstancias varias, conocí a Vanessa. Será cosa del destino. Por eso y por no oír a este cansino, me decidí (habían pasado meses, no creáis).

Me estoy poniendo nerviosa solo de recordarlo. Porque, oye, los comienzos es lo que tienenAy, madre, ¿podré yo con esto? Que yo ya estoy muy mayor, ¿qué van a decir las chicas cuando vean a esta vieja? Ellas ya tendrán su grupo y ¡qué vergüenza! Me voy a sentir como los niños cuando llegan nuevos al cole…

Pues nada, un martes del mes de mayo del 2016, me calzo las zapatillas, me pongo las mallas y ¡a la Peraleda! Y, ¡mira tú por dónde! allí estaban ellas, nuevas también, Mayte y M. Carmen, y, oye, pues que nos unimos en la adversidad. Porque no os voy a negar, que esto de correr cansa, y mucho. Yo sufro desde el primer metro  (M. Carmen, también, que lo sé yo).

A partir de entonces, ¡cuántos buenos ratos hemos pasado! ¡Lo que nos habremos reído! ¡Cuánta compañía nos hemos hecho en situaciones difíciles! Y es que ahora ya puedo cantar eso de Son mis amigas, tiroriroriroriroriroriii

Y nos unimos al resto de VVRUNNERS, y ya no éramos las nuevas, éramos unas más del grupo. ¡Cuánta gente buena y especial hay ahí! ¡Qué suerte tenemos!

Y llegaron las carreras: las de la Mujer, las Sansilvestres, las Nocturnas, la vuelta a la Torre Tolanca de Sonseca(especial) y ¡cómo no! la mejor, la única, la incomparable, la que no os podéis perder, la que hay que correr por lo menos una vez en la vida: LA DE CHOZAS. 

Hemos superado retos juntas. Mayte es una atleta pero ¡ay, M. Carmen y yo! Algunas entradas a meta quedarán grabadas en nuestra memoria para siempre (y en fotos que guardo por si algún día la tengo que chantajear por algo). De esto ya no comento más, que son cosas nuestras…

Y llegaron los 10 km, y los corrimos. Que, aunque parezca una tontería, Teruel existe, y las que solo corremos 10 km, también. 

Tengo que decir que unirme al grupo de VVRUNNERS es de las mejores cosas que he hecho en la vida. He conseguido metas que nunca pensé que lograría y, sobre todo, soy MÁS FELIZ. Y si he logrado superar estas barreras corriendo a mi edad, cariño (esto va para mi marido que sabe cuándo es mi cumple), ¿por qué no voy a poder ir a los entrenamientos en moto? (¿Se ha entendido que quiero una motito? )

Sí, lo sé, también me encanta quejarme, ¡qué le vamos a hacer! Si no fuera por el ¡Ay, Vanessa!  que me sale del alma, habría días que no terminaría el entrenamiento. Con tres o cuatro veces que lo diga, se me recargan las pilas.

Por cierto, y ya casi acabo, después de los 10 km de la Rock ‘n’ Roll, el trío se ha venido muy arriba, pero mucho… no hay quién nos pare. Ahí lo dejo.

Por último, Vanessa, gracias, por todo. ¡Qué grande es lo que has conseguido! Muacka

 

 

 

 



Mª Carmen 

Hace tiempo que Vanessa me había pedido que escribiera en el blog, yo no estaba muy animada, pero cuando me ha vuelto a insistir, y me ha dicho como le gustaría que enfocara mi experiencia, lo he tenido claro.

Los motivos por lo que empecé a correr, son muy distintos por los que lo hago ahora. Lo hice para librarme de mis migrañas tensionales, y no solo esto de correr me ha librado de ellas, sino que me ha aportado muchos buenos momentos, encontrarme mejor y sobre todo compartir estos ratitos con las que hoy considero amigas. 

Este domingo he corrido mi cuarta carrera de la mujer como VVRUNNERS, muy diferente a aquella del 2016 en la que subí tímidamente a un autobús en el que no conocía a casi nadie.

Había comenzado en el grupo solo un mes antes, en Abril, en esos primeros entrenamientos conocí a Maite, con la que empecé a dar la vuelta a las olivas intentando llegar cada día un poco más lejos. Como nos costaba al principio, pero día a día fuimos consiguiéndolo y bueno a Maite pronto no había quien la siguiera. 

Yo estaba apuntada a la Carrera de la mujer y pensaba correrla sola, pero Vanessa me contó que iban a ir en autobús y venciendo mi timidez me animé a ir con ellas.
Cuando subí al autobús había un hueco al lado de Charo y me senté con ella.....y desde eso momento se convirtió en mi compañera de entrenamientos, de carreras,...ese día, que no se si ella recordará empezó nuestra amistad. 

Yo no estaba pasando por una buena etapa personal. A los pocos días de empezar en el grupo detectaron a mi padre un cáncer y en pocos meses falleció. Durante ese tiempo, yo intentaba buscar los huecos para ir a entrenar, porque el correr, estar con las amigas que acababa de conocer, me ayudaban a llevar todo lo que estaba pasando. Tanto Charo como Maite, se convirtieron en un gran apoyo en estos momentos tan duros...MUCHAS GRACIAS. 

Pero volviendo a esto de correr…si algo me caracteriza es mi falta de seguridad, esto no me ayuda nada, especialmente en las carreras…me convenzo a mí misma que no puedo y soy capaz de pararme y ya si eso sigo tranquilamente. En esos momentos tengo a mi lado a Charo, que me dice que puedo, que baja un poco el ritmo y me ayuda a seguir. 

Este año no tenía yo muchas ganas de carreras porque no me encontraba excesivamente bien. Pero entre Charo y Vanessa,  me convencieron y acabe apuntándome a los 10K de la Rock&Roll y como no podía faltar, a la carrera de la mujer.
En los 10k como iba tan convencida que no iba a poder, con cero presión y por supuesto con Charo al lado fueron cayendo los kilómetros sin darnos cuenta....y lo hice aunque en el último kilómetro me quedé un poco atrás y no pudimos acabar juntas.

Mientras íbamos corriendo la Rock&Roll me preguntó Charo que si no era ese día cuando pasábamos por el Palacio Real, y no ese día no era…pero llegó este domingo y sí que tocaba pasar y allá fuimos. Iba con el firme propósito de que no me fallará la cabeza, pero tuve mi momento de bajón y en ese momento estaba como siempre Charo que me animó, que tiró de mí y conseguimos llegar a la meta con una sonrisa y juntas. Creo que es de las veces que más he disfrutado y que más contenta he llegado, no hay más que ver las fotos de la llegada a meta

Muchas gracias Charo, por ayudarme y por hacerme creer que puedo hacerlo. Que aunque me regañas mucho, yo sé que lo haces desde el cariño y porque quieres que lo disfrute.

Por eso, yo sé que Charo se está planteando un nuevo reto y Maite lleva esperándonos tiempo para hacerlo con nosotras….así que aunque no me vea todavía para asumirlo y que puede que tengamos que esperar un tiempo, lo que sí sabemos es si algún día decidimos hacer esa media que planea por nuestras cabezas, lo haremos juntas. 

Y bueno sobre todo quería dar las gracias a Vanessa, porque cuidar de mí, apoyarme cuando lo he necesitado y crear este grupo que hace que creemos estos vínculos tan especiales entre nosotras. Y muchas gracias a todas vosotras VVRUNNERS por formar parte de esta gran familia

 


Y la media para cuando???

Querer es poder




Definir a Pilar... Imposible, igual que intentar seguir su ritmo.
Quien diría que esta mujer de armas tomar, dejaría el glamour a un lado para calzarse las zapatillas de correr y no parar ni siquiera después de correr un maratón.
Dura como un roble y cabezota como ninguna, Un carácter rebelde que nos despista con su gran sonrisa. Pilar no para hasta conseguir lo que se propone, no solo en el deporte. También en su día a día.
Aquí nos va a contar su historia, lo que no sé si nos contará es que en casa toda la familia disfruta de este maravilloso y reconfortante deporte, algo que personalmente me encanta. Jesús, ponte las pilas que en casa tus chicas están poniendo el listón muy alto...


QUERER ES PODER.....Y NUNCA DIGAS NO PUEDO, las Vvrunners siempre podemos. Nunca imaginé que yo me viese reflejada bajo este lema, que por cierto, le tenemos siempre muy presente. Tengo que reconocer que todo comenzó cuando dejé de fumar (maldito vicio), dejé los cigarrillos, pero cogí varios kilos. Así que algo había que hacer para deshacerme de ellos, el padel, a lo que estaba muy enganchada no lo veía suficiente, así que decidí sumarme al deporte de moda “el running”.
Empecé a correr con las Vvrunners porque mi cuñada y mis amigas Luisa y Zulema me
habían hablado de este grupo.
Tengo que reconocer que jamás me podría imaginar que yo fuese a ser capaz de conseguir y de llegar hasta donde he llegado “correr una maratón”, pues si, no me veía capaz ni de correr 300 metros seguidos, lo veía como algo imposible. Pero soy una mujer cabezota , y muy terca, lo que me propongo lo tengo que conseguir si o si.
Con el objetivo de perder unos kilos, comencé a correr poco a poco, cada día un poquito más, y eso si, me fui picando y de una forma casi inesperada me apuntaba a las carreras, primero

vinieron carreras de 5km, luego de 10 y posteriormente la media maratón, (5 en total). Como os he dicho anteriormente, no hay nada que se me resista y como también disponía de tiempo libre para poder dedicarme a ello, tome la decisión de prepararme física y mentalmente para correr la maratón de Sevilla.....y sí, allí estaba yo.....y en cuatro horas y dieciséis minutos conseguí llegar a la meta. “Reto Conseguido” MEDALLA COLGADA juntos con las otras 5 cuando llegue a Toledo.
Vuelvo a repetir, QUERER ES PODER Pero no puedo terminar sin mencionar a una persona que ha estado a

mi lado en todo momento, con la que empecé esta aventura y con la que llegué a la meta en mi primera maratón, ella es mi querida amiga y compañera de faena Luisa Canovas. Gracias amiga por aportarme tanto.
Gracias a tod@s los que me habéis apoyado familia y amigos. Gracias de una manera muy especial a mi entrenadora y ya amiga Vanesa Veiga.
No olvidéis nunca: QUERER ES PODER

Una montaña rusa de emociones, eso es el maratón.

Creo que ya no me quedan formas de cómo vivir, sentir o disfrutar un maratón.

He descubierto su magia a través de mi marido, he tocado el cielo cruzando la meta de los 42.195m, he sufrido las derrotas, me he doblegado ante la mítica prueba y he tenido la suerte de haber disfrutado como entrenadora el éxito de mis chicas como si fuera el mío propio. Una se queda sin palabras cuando ve la ilusión en la cara de la gente que quiere, es imposible no empatizar con estas mujeres. 

Para muchos no tiene mérito y no valoran el esfuerzo que hay detrás de más de 4h de carrera; yo lo veo una proeza, compaginar trabajo, familia y entrenamientos, no es nada fácil, por ello, reconozco que me emociono, que me motivan, me producen una gran admiración y también me hacen sentir como un poco míos estos éxitos personales de las que cariñosamente llamo “mis chicas”.

El maratón es único, te ayuda a encontrar tu mejor versión, te da esa fuerza motora que todo lo puede, ese no se que, que te engancha y te adentra si cabe aún más en las entrañas de este maravilloso deporte.

No me entretengo más y que sea nuestra protagonista la que os hable sobre el maratón.



Ayer, cuando hablaba con Vane después de haber corrido, le decía que necesitaba contar mi experiencia, ha sido tal

montaña rusa lo que he vivido este fin de semana, que no me lo podía dejar para mi sola. Y si además sirve para motivar a más personas que como yo, hasta hace 7 años, no habían corrido nunca, me doy por satisfecha.


Como he dicho, yo hace 7 años no corría ni cuando iba a perder el autobús. Quien me conoce desde hace mucho alucina cuando ve como estoy corriendo ahora.

En la vida me había planteado yo correr un maratón, nunca, eso lo veía para gente muy superior, o como vosotros lo queráis llamar.

Incluso cuando vi a mi marido correrla, me lo volví a decir, ¡yo no corro una maratón ni de coña!, ¡vamos que ni loca!.

Desde que empecé a correr he ido poniéndome pequeños objetivos,  mi primera  San Silvestre, mis primeros 10km y luego llegó la media maratón. Para mí todos han sido triunfos a nivel personal pero si hay una carrera que marcó un antes y un después en mi vida como corredora, esa ha sido sin duda alguna la Behobia. No sé qué tiene esa carrera, que clase de magia la envuelve, algo que no sé explicar pero que cuando acabé, algo en mí había cambiado, tal vez el griterío de la gente, el ser capaz de superar las interminables cuestas, el calor de la gente, el caso es que me 

veía fuerte, me sentía feliz y poderosa tanto a nivel corporal como mental y fue entonces cuando me vino la idea de correr un maratón a la cabeza. No tuve que pensármelo mucho (ni siquiera dos veces)

Solo necesité decírselo a mi marido, para que él me animara y me dijera que también creía que yo podía, que solo me lo tenía que creer. Después de la tranquilidad que me trasmitía Nano, solo faltaba decírselo a la jefa...

Para mí sorpresa, Vanesa estaba de acuerdo conmigo y me dijo solo una cosa: “eres tú la que tienes que tener ese compromiso contigo misma”, preparar un maratón es duro, ¡y tanto que tenía razón!.


En un principio me planteé correr la maratón de Madrid, pero mi compi Pilar, que se estaba preparando para Sevilla, me convenció para que me apuntara con ella, y como estaba más cerca por fechas, así también los entrenos de Behobia me valían para Sevilla, ademas que mis problemas respiratorios por la alergia se agravaran con la llegada de la primavera.


Así fue como empezó esta aventura, así me apunté y empezamos los entrenos, las duras semanas de correr 50 y 60 km divididos en 4 días. Series, miles, tiradas largas, yo estaba convencida de lo que quería y no dudé ni un momento en dejarlo a pesar del cansancio, de los dolores musculares y del gélido invierno toledano.


Me acuerdo de un consejo que me dio Isabel, otra maratoniana de las VVruners, “no te saltes ni un entreno que te ponga Vanesa y llegarás a meta”.

Cual fue mi sorpresa, que a los pocos días de empezar los entrenos de maratón Marlly me dice que va a empezar a entrenar con nosotras para la maratón, que lo va a intentar pero sin presión, yo por dentro sabía que si empezaba iba a terminar, que iría conmigo a la maratón  y así fue.


Esto del running es lo que tiene, que te da satisfacción personal y además momentos mágicos con personas que no conocías de antes.

Han sido muchos entrenos las tres juntas, muchas charlas, muchas dudas, muchos dolores, también aventuras y un mismo objetivo.


 Cuando al fin llegó la semana del maratón, podéis imaginaros el torbellino de sentimientos, de ilusión, de ganas, dudas, miedos... no se cuantas veces habré corrido la maratón en mi cabeza antes del día señalado.

Cuando llegué el sábado a la feria del corredor no paré de emocionarme, se me caían las lágrimas, estaba tremendamente sensible, feliz, pletórica. No me podía creer que yo estuviera allí, que fuera yo la que iba a correr. Veía tanto corredor tan profesional y me sentía pequeñita, diminuta en medio de todas aquellas personas, pero me dije, ¡que narices!, tú también te mereces estar aquí , te lo has preparado durante muchos meses, has entrenado duro y este también es tú maratón, MARÍA.

Llegó el día , 17 de Febrero del 2019. Bajé a desayunar con Marlly a las 6:30 de la mañana y como esperaba  (menos mal) ella también estaba tan nerviosa como yo, parece que no, pero verla a ella también nerviosa me tranquilizó. Nos acompañó mi marido a la salida , y para variar llegamos pegadas de tiempo ..., ni fotos con Pilar y Rocio, nada, y con lo que nos gusta a nosotras el postureo.

Dieron el disparo de salida y nosotras ya llorando como magdalenas , súper emocionadas, por fin había llegado el día. La dije a Marlly que Nano me había dado una estrategia mental y que esto iba a ser como si fuéramos a un restaurante, a los 10km el aperitivo, a los 20 el primer plato, a los 30 el Segundo , a los 40 el postre y a los 42,195 m el menta poleo y con ese pensamiento fuimos avanzando.

Llegamos a los 10 km en una hora, íbamos muy animadas, contentas y por supuesto disfrutando cada metro, saboreando cada kilómetro.

En los 20 seguíamos manteniendo el ritmo que nos había dicho Vanesa, estábamos disfrutando mucho, es lo que tienen los andaluces, tienen tanto arte que íbamos riendo y sobre todo cantando con la liebre del globo de las 4h y 30’. Fuimos con ellos prácticamente toda la carrera, he de reconocer que nos ayudaron mucho mentalmente, nos decían que nos veían muy fuertes para ser la primera vez  que corríamos un maratón, es lo que tiene pertenecer a un grupo con tanto glamour como las VVRUNNERS, también nos recordaban constantemente que la verdadera maratón empezaba en el kilómetro 30 y qué razón tenían...

 Marlly y yo temíamos a esa parte de la carrera después del fatídico día que elegimos para el test del maratón(último entreno de tirada larga antes de la carrera). Fue un día desagradable de mucho viento y con poco avituallamiento, pecamos de novatas y sufrimos mucho, por eso estábamos cagadas de llegar al kilómetro 30.


Pero esta vez era distinto, en el entreno tardamos 3h 18’ y aquí pasamos a 3h 8’, íbamos genial y eso hizo que nos viniéramos arriba.

Llegamos al 33, plaza de España, nos volvemos a emocionar las dos, nos abrazamos y allí estaban Sergio y Nano esperando a meterse con nosotras para acompañarnos los últimos kilómetros hasta la meta. Ya iban pesando las piernas pero mentalmente estábamos muy bien, el público nos seguía empujando.

En el 38, yo empecé a notar bajón, los chicos no paraban de animarnos, yo luchaba contra mi mente, contra mis piernas, me acordaba de toda la gente que me había animado, que estaba pendiente de mi, a mi familia que son el motor de mi vida.

Llegué al kilómetro 40 y ahí me apareció el temido muro, me pegué de frente con el, dicen que si no le ves en el kilómetro 30-33 ya no aparece, pues a mí vino a visitarme en el kilómetro 40. No podía seguir, las piernas no me acompañaban, ya no tenía fuerza, no hacían caso a mi mente que decía, ¡vamos!,¡sigue!, ¡ahora no puedes parar!, ¡ya estás!. Me empecé a marear y Nano fue a comprar una botella de agua porque al tomarme un tercer gel me dieron ganas de vomitar. Empecé a beber y otra vez lo mismo, me sentaba mal, mi cuerpo estaba exhausto, no me quedaban fuerzas, no era capaz de respirar, e ir tragando al mismo tiempo que corría, así que anduve unos 100 metros mientras bebía el agua tranquila e intentaba reunir suficientes fuerzas para continuar, tener a Nano al lado me tranquilizaba, el me dio la fuerza para seguir, gracias a él resurgí como el Ave Fénix. Seguí corriendo, mi mente volvió a estar fuerte y mis piernas empezaron a responder, a un ritmo mucho más bajo de cómo iba , pero corrían.

Y así fue como pude hacer ese último kilómetro con 195 metros, he de confesar que se me hicieron más largos que los 40 anteriores. ¡No os podéis imaginar la satisfacción al pasar por esa línea de meta!, yo, no sabía si reír, llorar, así que hice las dos cosas, no me lo podía terminar de creer!!! 

¡Ya era MARATONIANA!.


Inmediatamente Marlly me llamó por teléfono, preocupada, ya que en el kilómetro 41 ella iba mejor que yo y cuando se dio cuenta me había quedado atrás , Sergio (su marido) volvió a buscarnos y Nano le dijo que tiraran ellos, que no se preocuparan, Marilly no sabía si yo había podido acabar y se alegró muchísimo cuando la dije que estaba yendo a grabar mi medalla.

Cuando vi a mi marido después de cruzar la meta no podía parar de llorar, ¡que emoción!, ¡lo había conseguido!, no me lo podía creer, la verdad si os vuelvo a ser sincera, aún no me lo creo, sigo viendo vídeos y sigo llorando, estoy escribiendo mi historia y sigo llorando, abrazo a mi hija y sigo llorando.


En el camino, durante la carrera, nos cruzamos con unos corredores que llevaban esto escrito en sus camisetas:

30km de piernas

10 km de cabeza

2 km de corazón 

195 metros de lágrimas

Ahora entiendo estas frases, porque así es la maratón, una montaña rusa de sentimientos, de emociones y una inyección de adrenalina.

Ya acabo, pero antes quiero dar las gracias a Vanesa, gracias por confiar en mí, por tus consejos, por los entrenos. Gracias por que sin tu ayuda nunca lo hubiera conseguido.

Gracias también a Pilar y a Marlly, por todos los momentos vividos en los entrenamientos y en la carrera.

Gracias a mi marido, que siempre me apoya en todo lo que hago, TE QUIERO .

No me olvido de la cuarta maratoniana, Rocio, toda una campeona que además hizo tiempazo.


Gracias TAMBIÉN a todas las chicas VVRUNNERS por los ánimos de antes y durante, al grupo de las mañanas por sus risas y sus cantos de animación y a Kika, Nati, Laura y Mari, que han corrido conmigo en mi cabeza y mi corazón. Seguro que pronto las veremos también corriendo alguna maratón.


Y ya sabéis, #nuncadigasnopuedo

#vvrunners.

No dejéis nunca de perseguir vuestros sueños por inalcanzables que parezcan.


Mi chico me llamó y me dijo: “Eres una VV”

"Mi vida siempre ha estado ligada al deporte, mi padre estuvo destinado en la ECEF durante mil años y mi infancia transcurrió en los pabellones que hay junto a las pistas de atletismo de la Escuela... así que no imagino una vida sin carreras de todo tipo, desde las de sacos hasta las de orientación... sólo he dejado de hacer deporte (oficial) los primeros años de mis hijos  (Aunque creo que en esos todas hemos hecho  más deporte aeróbico que nunca en la vida).
Hace unos 9 años mi vida dió un vuelco, me quedé viuda, con dos niños aún pequeños, y el horizonte se volvió de repente totalmente incierto... si os digo que correr ha sido la mejor medicina, la mejor terapia, junto a mis amigos, mis compañeros y mi familia, os prometo que no exagero... sin duda el retomar lo que aún entonces se llamaba "footing " o salir a correr, sin que existieran mallas de colores y zapatillas molonas fue la mejor decisión para iniciar la remontada y tomar las riendas de mi forzosa nueva vida.
Ramón, mi pareja actual, fue quien me regaló las primeras adidas en condiciones que tuve y me animó a lanzarme a aquella primera San Silvestre hace 6 o 7 años... llevaba siempre mallas y camisetas geniales que me contaba que le regalaba "el gran Julio Rey" (así lo decía siempre, aunque para el sea Julito, Su amigo desde que tiene uso de razón) ... me flipaba que tuviera un amigo que fuera un "atleta famoso"...
Y cosas del destino, cuando mi vida cambió de rumbo, mis hijos aterrizaron en el mismo cole al que iban los de Julio... y un buen día alla por 2011 o 2012 me encontré un cartel enorme donde decía que en el cole teníamos una mamá olímpica!! ... que para mi era alguien que debía ser de otro planeta o por lo menos de la estratosfera porque tenía 3 niños pequeños y resulta que había tenido tiempo suficiente  (supongo que entre noches sin dormir y supervirus de niños varios) para hacer marca olímpica y representar a España como maratoniana en Londres 2012... esa super woman era Vanesa Veiga  ("la jefa" aunque ella aún no sabía que iba a serlo jeje)
Y que cosas tiene la vida, que mientras yo hacía el cabra y seguía corriendo y corriendo sin ton ni son y más por convicción que por condición  (soy una torpe runner sin remedio con un estilo que es todo lo contrario al de las gacelas a las que admiro) y superando metas volantes en la particular carrera de fondo que es mi vida... que va esa tal Vanesa Veiga, madre de 3 churumbeles, esposa de Julio Rey y atleta olímpica Y le da por fundar un club de runners (lo de la gestión del tiempo en ella es algo que me sigue pareciendo de ciencia ficción)... Y Ramón  (Mi chico) me dice tras varias medias maratones juntos, que igual apuntarme a algo asi me va a venir genial... y yo sin ver nunca el momento ni el lugar  (hijos, turnos, cursos, especialidad... )... y venga mujer animate y yo con el ya si eso el próximo mes o el próximo.. . 
Y en octubre me llama una mañana y me dice, he estado con Vanesa, eres una VV... así sin más... y oye, así sin más no, porque lo del tema series, cuestas, frío y sufrimiento extremo, tela telita... pero que va a ser que sí que soy una de las chicas VV... 
Y en estos meses, sólo puedo decir gracias... a mi chico por lanzarme de cabeza al grupo, a Vanessa por su paciencia, su tiempo, y su compartir tanto con nosotras (no sólo a nivel técnico y deportivo, sino a nivel personal) y a vosotras, las chicas VV, las auténticas protagonistas de este fenómeno. .. porque conoceros está siendo todo un descubrimiento, mis chicas de la mañana con las que más entreno, y todas las que voy poco a poco conociendo, con sus historias personales, sus historias de superación, su risa, sus conversaciones, Su cansancio, sus objetivos, sus metas...
En estos meses he encontrado compañeras de running y espero que pronto también de la vida con las que el feling ha sido inmediato, por su positividad, su energía, su ritmo... con las que espero seguir compartiendo nuevos objetivos y aventuras y a las que espero aportar tanto como en tan poco tiempo ellas me han aportado a mi...
Asi que gracias por dejarme formar parte de esta gran familia y poner en ella mi granito de arena...
Próxima aventura... "Movistar Media Maraton de Madrid" ... vamos a por ello... nunca digas no puedo!!!! "

Inma (Kika)

La chica de la eterna sonrisa



Hace mucho tiempo que tenía ganas de contar esta historia. 


Me cuesta, creedme que cada palabra es meditada y sacada del corazón, tengo que respirar hondo y limpiarme las lágrimas... 


Al principio, cuando esta chica empezó a correr, pensé que estaba loca, que no sabía lo que decía; es más, reconozco que incluso la animé a buscar otras alternativas.


Conozco a Cuca desde hace tiempo. La chica de la eterna sonrisa, una chica simpática y muy habladora, una chica rubia muy glamorosa, despampanante, ¿Que hacía esa chica sudando, despeinada y llena de polvo en mi grupo? Sencillamente yo no la veía.


Ese fue mi primer error, juzgar antes de darle la oportunidad. 


Como no podía ser de otra manera, Cuca,  además de guapa, simpática, también es cabezota, valiente y tremendamente fuerte.


La vida da muchas vueltas y esta mujer, además de ser mi amiga, es mi ídolo, es alguien de quien quiero aprender a ser fuerte, es alguien que me ha ayudado a cambiar mi escala de valores, (estoy segura que después de leerla también cambiará la vuestra).


Cuca, es una mujer con cáncer de mama, que en ningún momento de su enfermedad ha dejado de sonreír y tampoco de correr; recuerdo que después de su segunda operación ella estaba deseando ponerse las zapatillas y su hermana Rocío me decía que no la dejara, que era muy pronto, que no sabía como frenarla. Pocos días después de hablar con su hermana Rocío, Cuca apareció en el entrenamiento con sus zapatillas y una gran sonrisa a la que no me pude resistir, la veía correr y yo disfrutaba a la vez que interiormente me decía: 

“Vanessa, Rocío te va a matar...” Así día tras día, Cuca viene religiosamente a entrenar, siempre sonriendo; tal vez esa sonrisa, esa actitud sea la mejor medicina.


No me voy a extender más porque sé que estáis deseando conocer su historia y nadie mejor que ella para contarlo.


Yo, por último, solo quiero darle las GRACIAS por enseñarme tanto,y también, rogarle, animarla, a escribir más a menudo, pues creo que tiene mucho que ofrecernos y tenemos mucho que aprender.


La vida muchas veces nos pone pruebas muy difíciles y la mejor forma de afrontarlas es con buena actitud, con valentía y una sonrisa.






DA EL PRIMER PASO Y VENTE CON NOSOTRAS!

 

Confieso que he tenido que dejar pasar un tiempo antes de ponerme a escribir sobre mi experiencia como VVRunner; los nervios y sobre todo la emoción al hablar de mi experiencia me agarrotaba las manos y se me encogía el corazón. Hoy que me encuentro un poquito más segura voy a ello...

 

Empiezo en las VV Runners con una confianza cero, es decir con la seguridad de que lo dejaría el primer día, tanto de la jefa del garito, Vanessa Veiga, como de la mía propia.

 

Aquel verano de 2015 dí el primer paso y me acerqué a hablar con Vanessa para que me dijera cuándo comenzaban los entrenamientos y qué horario tenían los grupos... Tengo que deciros, lo reconozco, que yo no he sido deportista nunca, que no he tenido ropa deportiva jamás y, que lo último que yo me imaginaba era entrenar  e ir por la calle con zapatillas de deporte, pero.... la vida nos sorprende y en esta ocasión fue un cambio que transformó la mía.

 

Un mes después de haberme interesado por los días de entreno y los horarios, empieza la temporada, me dice Vanessa que los grupos de por la tarde de martes y jueves son de madres e hijos y allá que voy al entreno con mi hijo que entonces tenía doce años, ya os digo que sin ninguna fe en mí misma.

 

El primer día después de los ejercicios de calentamiento que nos daba el padre de Julio, casi me caigo muerta, imaginaros cual era mi estado físico!! Llevaba sin hacer nada de deporte 46 años!!

 

Pero ahí estaban las VV Runners, que me llevaban en volandas cada entreno y, poco a poco cada día de entreno era más llevadero; en aquellos días, jamás lo olvidaré, Vanessa me llamaba todos los días para ver cómo estaba y para animarme y decirme que lo importante era no darse por vencida e intentarlo cada día.

 

Pasan dos meses más o menos y mi vida salta por los aires, me separo y, en esos momentos en los que, emocionalmente no estás demasiado bien, el ir a entrenar y estar con mis compañeras me hace desconectar de todos los problemas y además con su cariño y apoyo, me hicieron sentirme más fuerte y con más seguridad en mi misma.

 

Pasan los días y en Enero de 2016 Vane prepara un entrenamiento muy chulo y por fín hago mi primera vuelta al Valle corriendo!! Os puedo decir que llegué como si me fuera a dar un infarto, me sentía horrible..,pero tan contenta de haberlo logrado, de haber terminado todo el recorrido; Todo ello gracias a la compañia del resto de chicas y, por supuesto a Vane que fue gritándome como una posesa todo el tiempo, sobre todo en la cuesta de la subida a la Vega, jamás lo olvidaré.. solo la faltó cogerme en brazos para que no me parara...

 

Así de motivada me apunté a correr la Carrera de Manos Unidas, el día de mi cumple, creo que eran 5 km pero se me hicieron 20.... corrí porque encontré a mis amigas -compañeras Gema Medina, Celia Marqués, Ana Cogolludo y Jessica Gil, con las que he corrido sin parar de reir, rápidas no fuimos, con decir que nos adelantaba la ambulancia de protección civil......., pero nos lo pasamos genial!!

 

En Abril me animan y voy a correr los 10 km de la Rock and Roll de Madrid; fuimos muchas VVRunners y nos lo pasamos genial, yo corrí con Charo y Maricarmen que tienen mucha sabiduría y me controlaron genial y Nico tiró con Valle mucho más rápido, así que nos esperaron en la meta. La entrada fue alucinante, entramos las tres como locas, gritando a todo gritar y de la mano, superchulo!! Después nos fuimos a animar a las de la media y Nico que estaba superlanzado se puso a  correr con Rocio y con Inés en los dos últimos kilometros y terminó con ellas la carrera, animándolas todo el tiempo como si fuera su entrenador!!

 

Quince días después, vamos a la Carrera de la Mujer, mi hermana, mi hijo Nico y yo, y todo el grupo de VVRunners, y también corrí con Charo y Maricarmen; aunque la terminé con Mamen de la mano entrando en la meta abrazadas, fue superbonito!! Mi hermana y Nico corrieron juntos a toda leche, he de decirlo....Guardo muy buen recuerdo de esta carrera, especialmente por el motivo, mujeres con cáncer de mama, y porque algunas de mis compis corrieron con su bebés en los carros, y Vanesa y Silvia ganaron el premio de madre e hija campeonas....así que fue muy muy especial.

 

 

 

 

 

Bueno chicas,  como todo no iban a ser risas, llega Agosto y en una revisión rutinaria me detectan un tumor en el pecho izquierdo.... os podèis imaginar!! mazazo total, qué os voy a contar.... cuando empezaba a coger el ritmo de mi vida, cuando empezaba a disfrutar de los entrenamientos..... me dicen que tengo cáncer de mama....no podéis imaginar lo que me ayudó correr con este grupo a mantener una actitud positiva y no venirme abajo, tener a mi lado a mis compis me hace que la lucha sea mucho más llevadera.

 

Desde ese momento uno de mis grandes apoyos ha sido este grupo que formamos las VV Runners con la gran Vanessa Veiga a la cabeza, no existe el día en que no le agradezca a Dios y a la vida habérmela puesto en mi camino, ni un sólo día dejó de animarme, ella y todas las VV Runners, por lo que voy a estarles agradecida toda mi vida; no os podeis imaginar el vuelco que me dá el corazón cada vez que Vane corre con el lazo rosa y mi nombre, se me parte el alma de la emoción, es una pasada!!

 

Todos lo ánimos y, sobre todo el cariño, con el que me encontré fueron  determinantes en mi recuperación que me hicieron no perder nunca la ilusión e intentar volver a correr poco a poco; incluso los días que me daban el tratamiento, me ponía las zapas y me iba a entrenar, aunque a veces salía de casa sin poder con mi cuerpo.... llegaba al entreno y allí estaba Vane y las VVRunners para ponerme las pilas, animándome sin descanso, y, recordándome cada día el lema que las VV Runners llevamos tatuado en la piel: "Nunca digas no puedo".

 

Después en Mayo me volvieron a operar, y otra vez paré, pero yo no pierdo la ilusión, creo que si queremos, aunque nos cueste, aunque muchas veces se nos haga cuesta arriba, aunque no podamos evitar el desánimo, porque estamos agotadas, porque nos pesan las piernas, porque nos estalla la cabeza o el corazón... Qué os voy a contar yo!! Pero lo importante es seguir, continuar, no pararse, superarse, respirar hondo e ir a por ello porque con alegría y un poquitín de paciencia y de esfuerzo lo CONSEGUIREMOS!!

 

Por último, a las que formáis mi familia VVRUNNERS a VANESSA VEIGA que MUCHAS GRACIAS POR ESTAR, que os quiero con todo mi corazón, y a las que os está rondando por la cabeza incorporaros al grupo y no sabéis qué hacer, mi consejo es que vengáis y probéis porque no os vais a arrepentir, seguro que continuareis, y con un poco de constancia pronto conseguireis lo que os propongais. DAD EL PRIMER PASO Y NADA OS PARARÁ!!

 

CUCA IBAÑEZ

Enero 2019

  


Mi primera carrera, mi primera San Silvestre


   #nuncadigasnopuedo, se lo he podido repetir millones de veces, y millones de veces su respuesta era “NO”. Al principio era un “NO” con fuerza, pero poco a poco iba bajando su intensidad y su rotundidad. Poco a poco, se iba dibujando en su cara una sonrisa pícara y mirada desafiante. Tal vez la curiosidad mató al gato, ¿Quien sabe? El caso es que después de muchos “nos”, vinieron algún tal vez... y, poco a poco, un simple comentario me ha servido para conseguir que el “no” se esfume con la misma fuerza que la gaseosa expulsa su gas una vez abierta.


    Gema es una persona cabezota y muy trabajadora, exigente a la que le gusta superarse, no dudo que la veremos en muchas línea de salida y cruzando muchas metas.

     Pero que nos cuente ella su historia...


       “Hace 4 años, no sé si por casualidad, el destino o el azar, hizo que llegara a casa de Vanessa para dar clases particulares a sus hijas. Una familia que ya conocía, pero que no tenía relación directa. Allí me presenté con vergüenza y a la vez admiración de ir a la casa de dos grandes atletas profesionales a nivel internacional.


      Desde el principio vi que eran unas personas cercanas, sencillas, humildes y me sentía como en mi casa. Día a día iba a su casa, daba mis clases, manteníamos conversaciones, y poco a poco íbamos sabiendo cada vez más cosas los unos de los otros.


     Un día Vanesa me dijo si quería ir a correr y entrenar con ella y su grupo de VVRunners, no tuve ni que pensar la respuesta, un NO rotundo salió de mi boca, yo es que eso de correr..., no es lo mío, a mí no me gusta, cualquier otro deporte si, pero correr... Parte de mi familia y mi marido si corrían y entrenaban, iba a carreras y yo los acompañaba, pero iba de mochilera y/o reportera fotográfica, eso de correr no iba conmigo. Desde pequeña me ha gustado hacer deporte, jugar al fútbol, baloncesto, ir al gimnasio, senderismo, ir de multiaventura, incluso durante una temporada fui árbitro de baloncesto, pero lo de correr por correr, era un NO y NO. Y mira que mi familia, amigos y mi marido lo intentaban y me lo proponía, pero yo erre que erre, que no quería correr.


    El tiempo iba pasando y Vanesa no perdía la esperanza, de vez en cuando me lo iba recordando, hablábamos de las carreras del finde, de las competiciones y de cuando me iba animar a bajar a correr con el grupo.


    Dos años después, no sé muy bien porque, si por compartir algo más con Julia, una de las hijas de Vanessa y que le sirviera a esta de motivación, que ella me enseñara a mí a correr, por hacer deporte, por hacer un cambio, ya que desde que nació mi hijo no había vuelto a hacer nada de deporte, o porque sí, ... En fin, que un mes de abril me decido y le digo a Vanessa que iba probar y que iba a correr con el grupo.


    Un mes y medio me duró, la mala fortuna hizo que se me cayera la barandilla de la cuna de mi hijo en el pie y me quedara sin uña del dedo. Así no podía correr, había que esperar… Otra lesión y operación del dedo pulgar de la mano, situaciones personales y otras cosas más, hicieron que pasara el tiempo y no volviera a correr.


   No fueron momentos agradables para mí, pero mi familia, amigos y la familia Rey Veiga ahí seguían mostrando su apoyo, comprensión y dando ánimos . Así paso otro año y medio, entonces laboral y familiarmente tenía mucho estrés, no tenía mucho tiempo para mí, necesitaba hacer algo, salir, cambiar… Y un WhatsApp lo solucionó: “Hola Vane, ¿donde entrenáis hoy?” “En la Peraleda a las 19:30. ¿Pero vas a bajar?” Vanessa no se lo creía mucho.


       Y allí me presenté, hace tres meses y medio, semana a semana, día a día, yo solo quería correr, relajarme, desconectar y tener tiempo, un rato para mí. Bajando a correr lo conseguía, me encontraba bien, desconectaba y me sentía fenomenal.


       Al mes de empezar a correr Vane me dice que me apunte a la San Silvestre, yo me río, y le digo que No, que llevo muy poco y que yo no quiero carreras. Pero como Vanesa ya me conoce un poco (4 años después de vernos casi a diario, de algo le servirá) supo como hacerlo y consiguió que me apuntara a la carrera.


     Comenzamos a entrenar para ello, pero yo tenía miedo, no creía en mis posibilidades, yo solo quería desconectar, no pensar y no me veía capaz de correr y terminar la San Silvestre, yo solo pensaba en las cuestas… Iba a entreno entreno, superando retos, esforzándome, con días mejores y días peores… Así pasaba el tiempo. Yo estaba contenta, con satisfacción, encontrándome bien, con ganas, motivada, y por fin ¡QUERIENDO CORRER!, algo que tantas veces he negado. Vane ha sabido esperar, darme tiempo y el momento ha llegado y la San Silvestre Toledana también.


    Ya no había vuelta atrás, ya había que correr, sin pensar,… Tenía muchos nervios en la línea de salida, y nada más salir decidí hacer la carrera como un entreno. Los tres primeros kilómetros fueron los 20 minutos de calentamiento, los 2 km siguientes, dos miles, otros 2 km dos miles de cambios de ritmo (por eso de las cuestas). Llegué e a San Juan de los Reyes y ya tocaba sufrir, pero ya solo quedaban 2 km para la meta. La cuesta del Ángel me costó muchísimo, se me hizo larguísima, pero todo termina y subí, ya estaba, había subido, ya estaba casi terminando, lo había conseguido. El último kilómetro, era como unas rectas progresivas de cambios de ritmo y llegada a meta al sprint y como siempre dice Vane, con una gran sonrisa en la cara (ya sabéis que las VVRunners no somos las más rápidas pero si las más coquetas). Y así sin darme cuenta estaba conseguido, había terminado, me sentía genial, una sensación inexplicable, solo podría decir GRACIAS Y MIL GRACIAS, había terminado mi primera carrera y mi primera San Silvestre.”

       

      Ahora a pensar en nuevos retos, nuevos objetivos y a seguir cruzando METAS.


Lo que ha unido el running...

El amor es física, el matrimonio química y cuando lo mezclan con el running saltan chispas, o aparecen Nati y Luis.

El deporte tiene muchos beneficios tanto físicos como psicológicos, pero sin ninguna duda una de las mejores cosas que te aporta, es la posibilidad de conocer más personas como tú y como yo, personas que comparten contigo ilusiones, sacrificios, kilómetros y muchas risas... risas que hacen divertido tu día a día.

A esas risas hay que sumar la complicidad de compartir estos momentos con nuestra pareja.

Aquí tenemos otra bonita historia de amor en zapatillas.


#Lo que ha unido el running ...


Hemos leído todos los beneficios que nos aporta correr, la salud, como terapia, etc.

Yo quiero contar, ya está bien después de un año prometiéndoselo a Vanessa, todo lo que me ha regalado el running.

Esas compañeras que kilómetro a kilómetro se han convertido en amigas y aquellas que a golpe de entrenamientos durísimos y tiradas larguísimas ahora son para mí esas hermanas que no tengo.

Cuando te lenvantas y ves todo cubierto de hielo o que hace un frío que acobarda o está lloviendo, piensas en todos esos minutos de rodaje que tienes por delante pero, de repente, caes en la cuenta de que los vas a compartir con ellas . Esquivarás crecidas del río como las amazonas o esquivaras cristales de hielo pero disfrutando a su lado.

Cada salida de carrera, cantando y bailando, cada meta entre fotos y abrazos, no es solamente correr, eso quedó a un lado, es tenerlas a tu lado, minuto arriba o abajo, verlas conseguir sus objetivos, plantearse nuevos retos. 

Poder compartir sus días buenos y movilizarse si hay que levantar alguna mala época.

Y desde septiembre, mi felicidad se completa, puedo compartir todo este mundo, todas estas sensaciones con mi mitad, mi compañero, mi mejor amigo.

Luis, ya no hay marcha atrás, ya lo ha dicho Vanessa, hasta protestas en los entrenamientos, eres una más.

 Tu cara de felicidad cuando cruzamos cada arco de meta, me da la vida y me das las fuerzas para la próxima locura, siempre juntos.

Quién puede entender esto?? Pues cada una de vosotras compañeras, amigas porque no sé vosotras pero yo en cada entrenamiento, entre sudores, me siento la más afortunada por teneros en mi vida.

Nunca digáis no puedo por que os perderíais todo esto.

Por muchos kilómetros juntas VVRunners!!!


“Mi primera Behobia”

Quizá no sea tan sorpréndete, por lo menos para mí. En el momento que Amelia me dijo que su marido quería correr Behobia, una tímida sonrisa se dibujaba en mi cara y un “lo sabía” salía dando botes de mi corazón, Javi es de pocas palabras pero que dice mucho con la mirada... aquel 13 de noviembre en su mirada había algo especial, algo fácilmente reconocible para una veterana corredora como yo, ese día Javi descubrió la magia que esconde este deporte, en la cara de los más de 30000 corredores que tenia a su alrededor estaba el secreto, superación. En Amelia encontró inspiración y en su interior despertó la ilusión, lo demás es mejor que os lo cuente el, os recomiendo seguir leyendo con atención pero antes dejadme que le felicite una vez más.
Empezar de cero y conseguir lo que has conseguido es impresionante. Estoy súper orgullosa de ti.
Gracias por dejarme formar parte de tu aventura.

“Bueno, creo que después de un mes y apagada ya la euforia y el subidón de terminar #Behobia18, llega el momento de poder hablar desde la distancia y con la cabeza serena.


Muchos igual no valoran el poder tener tan cerca y seguir los consejos de @vaneveiga79 o @julio_206, dos de los mejores atletas de nuestro país, Julio a día de hoy  es el único atleta Español que ha logrado bajar de las 2h07’ en una maratón, son personas que consiguen que los mas escépticos para empezar a correr, como yo, seamos capaces de amar este deporte tan sacrificado y a la vez tan reconfortante con uno mismo.


En mi caso, partimos de la base que nunca antes había corrido, que me dolían las piernas, que era más sencillo parar y hacer otras cosas, que hasta que no empiezas en este “mundillo” no escuchas hablar de periostitis, síndrome compartimental y otras palabrejas que resultan ser familiares para los runners y ahora también son cosas que me pasan a mí...


Yo me tengo que remontar al año pasado, cuando la culpable de todo esto, @amelia_rodriguez_martin me dijo que quería correr #behobia17, en aquel entonces me pareció una locura por los kilómetros y dureza del circuito, pero a la vez poder pasar un fin de semana diferente, juntos, en San Sebastián disfrutando del ambiente y de sus prestigiosos chuletones, lo hacia muy apetecible, la verdad.


Me pareció un auténtico sacrificio todo lo que hizo Meli durante los meses de preparación, madrugones,  quitar horas de sueño para no quitarlas de estar juntos, salir a entrenar a horas indecentes, llevar la ropa de correr como uno mas de la familia allá donde íbamos... aunque yo lo intenté, los dolores no me permitían hacer muchos kilómetros juntos, en ese entonces decidimos ir a lo seguro y tan solo hacer con ella los 3 últimos kilómetros.


El fin de semana fue espectacular, conocer a gente que había visto solo en televisión o en las RRSS, estar con el equipo @adidas, hablar con el ganador de las ultimas ediciones @carles_castillejo, pero sobre todo sentirnos en familia por culpa de @vaneveiga79, todo ello hizo que empezase a formar algo ahí dentro de mi, que sin darme cuenta deseaba volver a vivirlo de otra manera, sensaciones, emociones que se iban confirmado poco a poco durante aquel fin de semana, recuerdo cuando subiendo a esperar a Meli para acompañarla los kilómetros finales, notaba, percibía la forma tan intensa que tienen de disfrutar de este deporte en toda la ciudad, ver aquella gente que esperaba el paso de los corredores, alentándolos desde el primer minuto, desde el km 0, hacían que esas ganas siguiesen aumentado... pero al ver la cara de felicidad de Meli cuando subía aquella cuesta infernal, aquella sonrisa de oreja a oreja diciendo que no quería dejar de correr, hizo que la envida sana pudiese conmigo, los tres kilómetros fueron dolorosos para mis piernas pero gratificantes para el corazón, acompañando a Meli con su cara de felicidad y entrando en meta con dos grandes más, como @vaneveiga79 y @jreybiel que habían terminado su carrera y se volvieron para acompañarnos.


Todo este cúmulo de cosas hizo que este año Meli “flipase” cuando le dije que me reservara un dorsal para mí también,  que quería intentar correr con ella la mítica carrera, que empezábamos con los entrenos juntos y que si me lo permitían las piernas correría ( #behobia18 ), aunque al principio fue algo como...  ¡Tú estás loco! ¿sin correr nada antes? Yo sabía perfectamente que si Vanesa me decía que podía, podía!!!


Los entrenos fueron duros, decir lo contrario seria mentir, pero tenia bien claro que si los seguía al pie de la letra podría hacerla, así que… muchos momentos duros y no tan duros junto a Meli, risas, molestias, momentos de tirar el uno del otro y el otro del uno, dolores… pero nada comparado con la sensación de satisfacción que te da el poder ir terminando con éxito los entrenamientos y seguir sumando kilómetros en las piernas… piernas que se encargó de “mimar” Juanma PS


Y cuando por fin llegó el fin de semana con todos los deberes hechos, haber llegado hasta aquí era ya un éxito que nada lo podría ensuciar, allí estábamos el viernes disfrutando de otro de los deberes pendientes, el famoso e imperdonable #chuletón #iruki, en la mejor de las compañías y disfrutando de cada momento como corredor por primera vez.


Desde aquí hasta la salida lo llevaba años entrenando (como mochilero de Meli) así que no me preocupaba, sin problemas, los nervios llegaron el domingo, con las dudas típicas de quien se enfrenta a algo desconocido, de que te vas a encontrar por el camino, sin saber si vas a poder, sin saber si las fuerzas te van a acompañar, viendo que Meli se había resfriado y llevaba una semana sin poder estar al 100%, pero al mismo tiempo, como le dije a ella el año pasado, lo importante ya estaba hecho, hemos hecho todos los entrenos y con nota, ahora ya solo quedaba disfrutar, para mi fue como la misma sensación que tendrían los gladiadores al entrar en Roma, vitoreados por el publico que fue a verlos, así que me daban igual los tiempos, la velocidad, los kilómetros... solo me importaba disfrutar, reír, vivir ese momento que durante todo el año imaginé, me tiré toda la carrera chocando manos de niños, aplaudiendo al publico, no pensando en las zancadas, ni en las molestias, ni en las cuestas, ni cuantos kilómetros nos quedaban, solo me importaba que Meli estuviese bien, que fuera mi fiel compañera toda la carrera, solo quería tenerla cerca y compartir con ella esa sensación de libertad que gracias a ella estaba sintiendo, ella iba sufriendo un poco por culpa del resfriado y tampoco había necesidad de pasarlo mal, pero aguantó como una jabata, cruzar la meta juntos fue una sensación indescriptible, algo que no olvidaré nunca. El año pasado un kilómetro mas y me hubiese tenido que retirar, este año hubiese seguido otros 20 y no me hubiese enterado…

Sigo pensando un mes después que es la mejor carrera con diferencia, por la ciudad, el público, el ambiente, la comida… y que si vas preparado como nosotros lo estábamos, se puede hacer bien y sin sufrir... tanto es así, que ya tenemos hotel para el próximo año, ganas e ilusión no me faltan, así que si todo lo permite, volveremos a estar en #Behobia un año mas.

Respirar...

Respirar, respirar, respirar….
No sé en que momento de mi vida leí, oí o me dijeron que en los momentos de mucha alegría o tristeza o miedo lo importante  para conseguir el control de ti mismo es que momentáneamente pienses en respirar, concentrarte  y respirar.
No recuerdo la primera vez que llegó a mi esta frase pero sí que me causó  confusión. Al principio no la entendía, no sabía muy bien a que se refería, si al modo de respirar, al ritmo de la respiración … así que sin duda la alojé en ese lugar del cerebro donde dejamos la información que te envían como relevante y que parece que todo el mundo comprende menos tú. Dejamos la información almacenada por si algún día eres capaz de  descifrar su significado.
En ese almacén  del cerebro hay frases que jamás se van a interpretar, todos tenemos unas cuantas y quedan almacenadas para siempre,  pero “respirar, respirar, respirar, concéntrate y respira”  no la podemos olvidar ya que debe ser un mantra importante, como un amuleto mágico que soluciona los grandes momentos de descontrol personal.
Cuando se acercaba el chico que me gustaba y sentía que si abría la boca iba a  decir alguna tontería  por los nervios, cuando esperaba  mi turno de exposición oral en la oposición , cuando en el hospital en la sala de dilatación estaba esperando para dar a luz; en ese momento de desesperación en que sientes que nada controlas y que solo piensas en desaparecer , misteriosamente buscas en ese lugar  del cerebro las frases importantes pero incomprensibles y  valiosas a las que te agarras como clavo ardiendo. Pasé  lista  a estas frases mientras el tiempo no quería avanzar y busqué mi clavo donde agarrarme.
“La felicidad  es un modo de vida, no un  lugar o algo material”, no la entiendo pero creo que ahora  no me sirve.
“No importa lo que has hecho, importa lo que te queda por hacer”, creo que esta tampoco me sirve, porque si estoy en la sala de dilatación es por algo, no por obra del espíritu santo. ¡A seguir buscando frase!.
Y entonces  en medio de la confusión aparece el mantra: “Respirar, respirar, respirar, concéntrate y respira”. Esto tiene que ser algo muy valioso, si todo el mundo lo repite será por algo-pienso yo-.
Entonces en la sala de dilatación, en el pasillo a punto de entrar a exponer en mi oposición y en el parque  de adolescente cuando se acercaba el chico que me gustaba, me agarraba a mi clavo, a mi frase y a mi modo repetía mi mantra. Llenaba mis pulmones  de todo el aire que era capaz  y como un pavo en celo  lo repetía en varias ocasiones.
Resultado de la operación: hiperventilación, perdida de concentración por el exceso de oxigenación y abortamos la materialización del mantra de respirar por no ejercer el efecto buscado.
Evidentemente en vez de lograr control me siento inútil y  busco otro clavo donde agarrarme. Extrañamente a mí el mantra mágico que ha funcionado es el que los ancianos de mi pequeño pueblo repetían:” tira hacia delante, levanta la cabeza y avanza”. Y ahí iba yo descontrolada, con aparente seguridad… hacia delante fuera lo que fuera. Más de un trompazo me he dado por culpa de este mantra.
No parece una gran enseñanza pero como era lo único que parecía que mi mente procesaba a esta frase me agarraba. Me sirvió, eso parece. Superé la oposición, he tenido dos hijos, y el chico que me gustaba no salió corriendo de las tontunas que decía.
Pero siempre he tenido una espinita. ¡La famosa frase de respirar!.
Y diréis que tiene esto que ver con un grupo de corredoras. Pues ahora veréis la conexión.
Entonces  en mi vida, Carolina tras una lesión de codo, por el pádel, me invita y anima a incorporarme   a un grupo de runners. Las VVRunners con Vanessa Veiga como entrenadora. Todo esto me parecía ciencia ficción. Yo en grupo de runners, y pienso... por mucho hacia delante….No me veo yo.
A pesar que siempre he ido haciendo algo de deporte, lo de correr siempre me parecía algo imposible. En cuanto corría más de tres minutos, me agotaba. Claro, imaginaros, respirando como un pavo descontrolado y pensando que cuanto más fuerte y rápido respirara mejor lo hacía. El resultado siempre era el mismo….¡agotamiento de tanto insuflar aire! Pero claro en esos momentos iniciales de las corredoras me venía a la mente la otra frase, mi mantra: ” tira hacia delante, levanta la cabeza y avanza”.
Os imagináis el resultado claro. Colorada como un tomate, con los pulmones quemándome del sobreesfuerzo, y queriendo huir hasta el sillón de mi casa, pero eso sí…¡con la cabeza alta y hacia delante!
Entonces aparece Vanessa Veiga y compañeras  experimentadas muy amables, y apiadándose de mí, me sueltan la famosa frase de respirar. En esos momentos soy capaz de mandar la frase… muy lejos. Pero me sorprende la seguridad con la que me la repiten y como yo confío en el ser humano las escucho, y  van y añaden dos ingredientes que nunca me habían dicho: respira con ritmo y comodidad. Es como un baile, dice Vanessa: “Imagina que vuelas bailando, tus piernas, tu respiración, todo tiene que ser un baile agradable y divertido dónde solo tú marcas el ritmo y sientes… que vuelas”.¡¡¡¡¡¡¡¡Eureka!!!!!!!
El resultado de poner en práctica la enseñanza es de diez, en menos que canta un gallo andaba corriendo 20 minutos. Pero lo más importante, agarro la frase de mi estanco cerebral de frases notorias pero incomprensibles y la coloco en el estanco de la memoria cerebral de frases de privilegio y con mucho sentido.  Se convierte  en un clavo pero que no arde, que me sujeta y me sirve de apoyo. He tenido que esperar a los 49 años a cambiar la frase de lugar, nunca es tarde. Desde entonces llevo casi cuatro años en vuelo. Vuelo bailando con la música que yo decido y disfruto tanto que forma parte de mi modo de vida. Esos tres días que durante una hora los dedico a correr son mi vuelo, mi baile, mi ritmo, mi control, mi respiración, …
Gracias VVRunners  y Vanessa Veiga por enseñarme a respirar!!!!                                      Pilar J.

Terapia en zapatillas




“Correr ha sido mi gran terapia”.


   Yo siempre he hecho algo de deporte. Ya en el colegio competía en el grupo de voleibol femenino y en el instituto compaginaba clases de aeróbic y gimnasio, pero correr no era lo mío. Cuando sabía que en el cole al día siguiente tenía que correr el “test de Cooper” entraba a clase temblando...


  Pasaron los años y me casé con mi chico, a él siempre le ha gustado correr, ¡es como una liebre!, y a mi me gustaba mucho ir a animarlo a las carreras populares, pero nunca me había dado a mi por probarlo.


   Fue estando embarazada de 8 meses de mi segunda hija, cuando un 31 de diciembre, esa mágica tarde/noche donde todos estamos llenos de nuevos proyectos y con ilusión de empezar cosas nuevas, cuando decidí que yo quería algún día terminar el año enfundada en unas zapatillas y compartiendo con mi marido esa contagiosa felicidad, fue en la San Silvestre toledana de 2011, el ya había corrido unas cuantas , pero ese día, estando con esa gran barriga y viendo el ambientazo que se vivía le dije: “cariño, el año que viene tengo que correrla yo”. Y claro, se echó a reír...

   Al mes nació Lucía y cuando me iba a cumplir la maternidad, me despidieron de mi trabajo en el que llevaba 8 años trabajando felizmente como educadora en una escuela infantil .

   Me encontraba fatal, muy baja de moral y con la autoestima por los suelos, encima estaba con algún kilo de más después del segundo embarazo. Entonces me decidí, me acordé de la San Silvestre y me dije: “¿por qué no?”.

   Una mañana me coloqué mis cascos y unas zapas de gimnasio (entonces me daba igual correr sin reloj, sin mis Asics Cúmulus, ni mis plantillas) y salí a probar. Recuerdo que me costó muchísimo, pero cuando llegué a casa me sentía tan bien que unos días después volví a correr.

     Poco a poco fui sumando kilómetros y más kilómetros... Un buen día mi marido me dijo que para seguir motivada tenía que correr alguna carrera popular.

En octubre de 2012 corrí mi primera carrera de 10 km en Madrid. ¡Fue un subidón!, ¡me encantó! y claro, después vino mi primera San Silvestre. 


    Allí estaba yo un año después, como le había dicho a mi marido, fue mejor de lo que me había imaginado, es una carrera mágica, un anticipo a la cena de fin de año, como una fiesta de despedida al año que termina y la bienvenida a un nuevo año al que voy a enseñar mi mejor versión. 

     Así llevo cinco años, cinco años corriendo, que me han dado muchas alegrías. Correr me ayudó a superar mi baja autoestima al perder mi trabajo, a verme más guapa y definida por perder esos kilos que me sobraban, correr  me ayuda a tener buenos pensamientos y mucha energía.


  Después de muchas carreras populares de 10 kilómetros que casi siempre entrenaba sola, a las carreras  siempre iba con un grupo de amigos de los cuales todos eran chicos y claro,  corrían más rápido que yo...

    Un día convencí a una amiga a salir a correr conmigo, (ya sabéis cómo somos las chicas cuando nos juntamos), nos liamos la manta a la cabeza y decidimos correr nuestra primera Media maratón para el 2016. 

    Fue una pasada, un gustazo poder compartir por fin una carrera con una persona que corre como tú y encima es una buena amiga.

     Durante ese tiempo había oído hablar de grupos de correr, había oído de uno que era solo de chicas, unas tal “VVRunners”, pero no me terminaba de decidir, me daba un poco vergüenza no conocer a nadie.

   Y  entonces conocí a la que ahora es mi amiga, Nati. Ella empezó a correr conmigo y más tarde empezó a correr en ese grupo de chicas.

   Nati quería correr su primera Media Maratón y quería que yo la acompañase.

Ella entrenaba con una Atleta profesional , Vanessa Veiga, entrenadora de las Vvrunners, Nati no paró hasta que me convenció  a ir un día a probar.

Yo la dije: “venga, me apunto un mes y luego sigo a mi bola... “ 


   Comencé con Vanessa dos meses antes de mi segunda media, la Movistar Medio Maratón de Madrid.

Al principio fue duro, no os voy a engañar... yo no sabía nada de series de 500, 1000, 2000, ni cambios de ritmo, pero llegó el día de la prueba y no solo corrí mi segunda media, si no que mejoré la marca de la primera.

5 años corriendo sola muchas populares al mismo ritmo y en cuestión de dos meses bajo marca, ¡no me lo podía creer!.

     Eso no es lo más importante que me ha dado este grupo, por supuesto mejorar ritmos te motiva, pero lo mejor ha sido conocer a unas maravillosas mujeres. A Vanessa, una mujer muy profesional, cercana , que rápido me hizo sentir que formaba parte de este grupo, de esa gran familia como a ella le gusta referirse cuando habla de nosotros. Mis chicas de las mañanas son mi gran descubrimiento personal, las que ahora son mis amigas, ahora es curioso, ¡ya no sé correr sin ellas!. Y a las demás chicas de las tardes que poco a poco voy conociendo, todas somos mujeres normales, mujeres que un día decidieron que el deporte les ayudaría a sentirse mejor tanto física como mentalmente.


   Las Vvrunners para mí han sido un empujón a seguir corriendo y a mejorar como persona, ya forman parte de mi vida y espero que sigan por muchos años más.

Mi próximo objetivo,  la Behobia junto a mi grupo de amigas, mis compis VVRunners y 35.000 personas más.

¿Quien sabe si tú que me estás leyendo ahora, serás la próxima VVRuners?

La jefa siempre dice : 


               #nuncadigasnopuedo



El valor de una promesa

Hace días que tengo pendiente publicar una historia de una de nuestras chicas. 

He querido dejar que pasara un poquito de tiempo para que nuestra protagonista pudiera estar un poquito más tranquila, aunque sé que a día de hoy, en esta semana tan especial para ella y su familia, echa de menos la presencia de ese familiar, esa persona tan especial y tan querida que hace unas semanas les dijo adiós.

 

Así nos cuenta nuestra protagonista como vivió su primera carrera, la carrera de la mujer.

 

Desde que empecé a correr había pensado que mi primera carrera sería especial, no sabía ni dónde ni cuándo sería el momento de ponerme mi primer dorsal. 

Hace unos meses empecé a entrenar con las VVRunners, simplemente por el placer de hacer deporte, por encontrar un espacio de tiempo dedicado a mí y a la vez conseguir que mis hijos también se mantengan buena forma.

La idea de salir a correr en familia me parecía magnífica, además, mi cuñada y mis sobrinas también pertenecen al grupo y siempre nos han hablado maravillas de él.

Dos semanas antes de la carrera de la mujer pregunté a Vanessa si podía correrla y ella me dijo que sí. Me puse como loca a comprar el dorsal, no me importaba pagar los 30 € que costaba... Daba igual, merecía la pena, era mi primera carrera. 

El día 1 de mayo (día de la Virgen Del Valle, mi santo) fallece mi madre y es un duro palo de los que te da la vida, pero tienes que continuar, por tus hijos y demás familia que te quiere. Quizás esa fue la razón por la que me aferré todavía más a la ilusión de la carrera, me hice la promesa mi misma de que tenía que correrla y dedicársela a mi madre en ese día tan especial, "El día de la madre".

La noche del viernes al sábado antes de la carrera casi no pegué ojo con una pesadilla, soñé que era el día de la carrera y que me había dormido... soñé, que el autobús se había ido sin mí y no podía parar de decirme a mí misma, "no, por favor, mi promesa". Enseguida me desperté y me di cuenta que la carrera era al día siguiente. Como no podía dormir más, me puse las zapatillas y me fui el sábado por la mañana bien temprano a correr un poco y así intentar apaciguar los nervios que llevaba dentro, reconozco que el sábado estaba muy nerviosa, me imaginaba situaciones pensando cómo sería esa carrera, ese momento y sobre todo, mentalizándome que tenía que cumplir mi promesa.

¡Por fin domingo 7 de mayo! esa mañana no me dormí, cogí mis cosas y me fui corriendo al autobús, allí junto a mis compañeras, fui preparando el dorsal y todos los "bártulos" que necesitaba para la carrera, aprendiendo de las que ya tienen experiencia en esto de las carreras.

De repente, sin pensarlo demasiado, sin darme cuenta me vi en la línea de salida, sentía los nervios a flor de piel, el corazón se me saltaba del pecho, estaba nerviosa y tenía que terminarla, no quería flaquear… ¡tengo que cumplir mi promesa! (Me repetía una y otra vez). 

Resulta complicado correr entre tantísima gente,  gente que participa andando, corriendo, hombres, niñas, niños, de diferentes religiones y razas… Espectacular ver las calles de Madrid teñidas de color rosa, ¡todavía se me ponen los pelos de punta! Durante la carrera las sensaciones eran buenas, según pasaban los primeros kilómetros yo aguantaba bien, allá por el kilómetro cuatro, ya mi cabeza empezaba a flojear y decirme que fuera andando porque quedaba mucho (la cabeza es muy importante en esto de correr, y la mía en ese momento me estaba jugando una mala pasada) yo seguía con mi promesa en el corazón y en la cabeza, consigo ir corriendo y eso me hacía sentir bien . Ya entramos en la parte final de la carrera y al empezar la cuesta arriba... yo, empiezo a sentirme agotada. Una amiga me dice que solo queda 1 km, de repente empiezo a sentir que me falta la respiración, me ahogo, una sensación muy desagradable que me aprieta en la garganta, y no me deja respirar bien. Siento una "congoja" que no me deja avanzar, siento como si mi cuerpo quisiera negarse a terminar la carrera, solo queda 1 km para la meta y no puedo, el hecho de que esta carrera sea una promesa que le quiero dedicar a mi madre, y que en el fondo no quiero cumplir, porque lo que no quiero es dedicársela, lo que más desearía en este momento, es que ella estuviera conmigo, a mi lado y poder darle un abrazo enorme, un beso... un huracán de sentimientos dentro de mi cuerpo que terminan aflorando, sin darme cuenta rompo a llorar, mis amigas me dan la mano para que siga adelante, ¡cuánto se lo agradezco! Poco a poco nos vamos acercando a la meta, decidimos entrar las cinco cogidas de la mano, ¡para mí fue increíble!.

Nada más cruzar la meta volví a romper a llorar porque lo había conseguido , pero sobre todo porque se lo podía dedicar a ella, a mi madre. Solo podía repetirme una y otra vez "¡te quiero mamá! va a por ti"

 

Espero, que entendáis a través de estas letras lo importante que has sido para mí esa carrera y el tener la suerte de poder compartirlo con todas vosotras. En definitiva esa carrera es un homenaje a la vida.

Todos tenemos algún motivo, alguna promesa o algún reto que cumplir y el mío es calzarme las zapatillas y salir a correr.

Muchas gracias a todos los que hacéis que cada día tenga la necesidad de seguir viviendo, a los que me ayudarais a seguir sonriendo.

 

Del "footing" al maratón.


Esther García Martín
47 años

——————————————

Quien piense que esto de correr empezó hace unos años, se equivoca. Yo empecé a correr en la anterior oleada, en los años 80, cuando se hablaba de “hacer footing”, así que mis comienzos fueron cuando hicieron el circuito de footing en mi barrio, en Madrid, en la Dehesa de la Villa, y nos hizo tanta ilusión que todo el barrio salía a correr, mis hermanos, mis amigos y los amigos de mis hermanos, los más heavys también, cambiaban la chupa de cuero por los pantalones cortos y las Paredes, era muy gracioso. Mas adelante, con el tiempo, empezó a bajar la densidad de corredores, pero se unieron los andarines y todavía, si quiero encontrarme con alguien, me voy por allí.
Es un circuito que no llega a cuatro kilómetros, calculo, porque nunca lo he medido y, aunque lo he recorrido cientos de veces, tampoco se me ha ocurrido nunca mirar el tiempo, simplemente, ese era el circuito y eso era lo que yo hacía. 
Hubo unos años en los que mientras yo hacía el circuito corriendo, mi madre iba andando deprisa, y luego nos encontrábamos en un banco situado en lo alto desde el que veíamos el atardecer, con la sierra a lo lejos. Me gusta mucho ese banco porque me recuerda a ella.
También se empezaron a organizar carreras populares, la de allí se sigue convocando, se llama “Cross Ciudad de los Poetas”, en la que he vuelto a participar y me he divertido mucho. Pero la primera vez que participé, con trece o catorce años, lo pasé realmente mal, iba en el pelotón de los torpes y, al acercarnos a la meta, lo que nos dijeron fue: “Vamos, que no llegáis ni al trinaranjus”.  Pero a mí esas cosas nunca me han desanimado y me las suelo tomar con humor.
Como una persona joven lo aguanta todo, el recuerdo que tengo es el de compaginar el hacer el circuito de footing con luego salir, y fumar y tomar unas cervecitas como si nada. Me encontraba divinamente, a mi aire, simplemente correr por correr.
Los años de facultad abandoné un poco el hábito de hacer el circuito, ya se sabe, se vuelve uno muy intelectual y hay que ir al cine a ver las pelis en versión original y sesión de madrugada, al teatro, a garitos de blues llenos de humo, conciertos, bueno, todo eso.
Años después, al venirme a trabajar a Toledo, el salir a hacer footing languideció, tenía unos horarios de trabajo leoninos, tampoco sabía adónde ir, inauguraron el parque de las Tres Culturas, pero estaba todo recién plantado, los árboles pequeños….. me hablaron de la ronda del Valle, y de vez en cuando, iba.
Cuando nació mi primera hija, lo primero que hice a los dos días fue, por este orden, ir a inscribirla en el Registro, ir a Prenatal a comprarle unos trajecitos porque todo el mundo me dijo que no comprara de recién nacido porque me iban a regalar muchos, y lo que me encontré es que todos los regalos eran para tres y seis meses, ropita de verano en pleno mes de enero. Y desde allí, cruzamos a la tienda de deportes a por un chándal, un pantalón de correr y unas zapatillas, porque como yo estaba 16 semanas de permiso creía, ilusa, que iba a tener tiempo para todo.
No estrené esos pantalones hasta diez años después, cuando mis hijas ya fueron mayores para quedarse solas y reconozco que ahora es una prenda que tiene mucho éxito porque parece “vintage”.
Por motivos que corresponden  a otra historia, un día en la consulta, la médica, al mirar la radiografía, me dijo que se notaba que era fumadora, le pregunté por qué, asustada por si era grave. Me respondió que no era nada grave, simplemente que se notaba porque, bueno, no sé por qué ya que fui incapaz de comprender lo que me decía pese a que la hice que me lo explicara tres veces.
El caso es que al salir de allí cogí el paquete de Marlboro y lo tiré a una papelera. A partir de ese día, en junio de 2011, recuperé el equipo de correr que había comprado hace una década y me puse al lío. Poco a poco fui dejando de fumar, con mucho esfuerzo, pero salir a correr me ayudó mucho.
Empecé a apuntarme a carreras populares, primero cortas, y cada vez me ponía algún reto más difícil que el anterior, y según iba avanzando, pensé que podría ir con mis amigos a un maratón. Yo primero a mirar para ir abriendo boca, pero con tan mala pata que elegimos Nueva York en 2012, que fue el único año de su historia que se ha suspendido, en ese caso por un huracán que destrozó la ciudad.
Al año siguiente, ellos se apuntaron al maratón de Valencia, y yo con una amiga, a la de 10 kilómetros, pero me dio tanta rabia tener que terminar la carrera mientras los del maratón seguían que ahí ya me dije que al año siguiente, yo también.
Y en 2014 fue Francfort. Así que me puse a trotar y trotar y, el 26 de octubre, conseguí terminar, y terminar contenta, que para mí es lo principal, una vez descartado que vaya a llegar la primera. Pero ¡ay!, después de estar un mes en las nubes, vino el bajón: quería volver a salir a correr, pero era incapaz de ponerme en marcha. En diciembre empecé a leer en el periódico que Vanessa Veiga había formado un grupo de chicas para correr y leía la noticia con avidez, con ganas de estar con ellas, pero sin atreverme a bajar, hasta que un día anunciaban, también en el periódico, que el sábado todo el que quisiera, bajara a la escuela de gimnasia a un entrenamiento. Al final me atreví y fui, y desde entonces no he parado de correr.  
Así pasé de correr como un lobo solitario a correr en manada, y ahora puedo decir que las dos cosas me gustan mucho. Y si me preguntas por qué corro, pues porque me gusta, me gusta cerrar la puerta de casa y correr, y luego volver cansada pero con la sensación del trabajo bien hecho.
Me gusta tener un objetivo y lograrlo. Hay tiburones de los negocios que se proponen ganar un millón al año, hay quien se propone no parar hasta dirigir la empresa y hay quien, como yo, se propone correr una prueba, y con eso le vale, sin importar si llega antes o después.
Ahora estoy a las puertas del maratón de Madrid. El entrenamiento ha sido muy muy duro, pero, con todas las inseguridades del mundo, creo que el 24 de abril va a ser mi día, como también lo va a ser el de todas las chicas del grupo que también van. 
Con este maratón creo que cierro un círculo, de momento, tres me parece un número redondo, teniendo en cuenta que el año pasado, en Oporto, terminé, pero puedo decir también que pasé muchas calamidades.  
Después del maratón de Madrid sé que otra vez me volverá esa sensación de vacío, pero también puedo decir me hace mucha ilusión seguir corriendo, por correr, porque me gusta, nada más, ni nada menos. 


¡Una Trimadre!

¡Nuestra Carol! 

Yo, como muchas mujeres, buscando hacer ejercicio... bien por salud, por adelgazar o por recuperar la forma, acabe aquí. No muy convencida, vi la noticia en Facebook y llamé para empezar a entrenar un mes (diciembre) con la campeona Vanessa Veiga, madre de familia numerosa a parte de muchas cosas mas, pero lo que a mí me llamó la atención fue eso, madre de tres hijos como yo. 
Ese mes se convirtió en siete meses y que decir... Que estoy encantada de la vida. 
Para mi correr es libertad, desconexión, poder, relax,... Y si ya lo haces en este grupo es terapia, diversión, un PLACER!
Muchas gracias Vanessa Veiga por todo y por dejarme estar en este magnífico grupo de mujeres guerreras!

Amelia y sus inicios...

Amelia, también nos cuenta cómo han sido sus inicios. 

Pues hasta hace unos meses lo máximo que había corrido eran unos 200m... yo era de las de correr es de cobardes, jamás me había llamado la atención. 

Y un día Eva me empezó a hablar de apuntarnos a un grupo de chicas que entrenaba una prima suya... y ahí me empezó a entrar el gusanillo de "y si lo intento? " en parte era como un reto a conseguir. 

Y milagrosamente conseguí de no haber corrido en mi vida a en 2 meses hacer 9km para mi todo un logro. ..pero mucho padel y mucho correr seguido sin fortalecer me ha hecho parar por sobrecarga unos meses. .. para ganar musculatura

Y curiosamente a pesar de llevar 4 años jugando al padel y apenas 3 meses corriendo. ..estos meses de parada, he extrañado mucho más salir a correr que poder jugar al padel. Cuando veía a la gente correr me quedaba mirando con toda la envidia sana del mundo...

En septiembre estoy de nuevo con vosotras chicas...de momento este mes estoy aprovechando para empezar suave a rodar un poquito...

Gracias por poder formar parte de este grupo tan fantástico!!!!

#nuncadigasnopuedo


Deporte y maternidad es posible

¡Ana!

Como cualquier mujer después del segundo embarazo me había quedado con unos kilos de más y quería adelgazar, además quería poner un poco de actividad en mi vida, no es que tuviera una vida tranquila la verdad, pero quería hacer algo para mi y dedicarme un poco de tiempo a mi misma. Pero como os podréis imaginar nunca encontraba el momento así que mi marido lo encontró por mi y fue él quien se puso en contacto con la escuela Trainingrey dónde nos comentaron que iba a comenzar un grupo de mujeres que estaban igual que yo, es decir,  que no habían corrido antes y me apunté. Sinceramente no pensaba si quiera que pudiera acabar el mes de diciembre porque nunca me había llamado la atención correr, sin embargo y para sorpresa mía no sólo acabé sino que me fue gustando cada vez más y os tengo que dar las gracias a todas vosotras por ser como sois y por hacer tan buenos esos ratos que pasamos juntas. Correr me ha servido para darme cuenta que la mayoría de las veces los límites nos los ponemos nosotros mismos.

¡¡¡Laura, te esperamos!!!



Laura lleva un tiempo lesionada, pero dentro de nada estará con nosotras correteando por los caminos de esta bonita ciudad. 
Aquí os dejo su experiencia en este grupo.  

Después de cuatros años sin celebrar el día de la Madre, en Mayo de 2.012 decidí que era hora de retomar la costumbre y una buena forma de hacerlo, por el día y por la causa, era “La Carrera de la Mujer de Madrid”, así un día de ausencia pasó a ser un día de fiesta y alegría…  
No soy muy disciplinada y constante y cuando no me duele aquí me duele allí… y me cuesta muchísimo arrancar, pero cuando lo hago, estoy encantada…. Mi objetivo no es otro que mover “mi cuerpo serrano” y estar ”medio preparada” para mi cita anual. 
Mi querida Palomita me habló del grupo cuando se estaba formando y por ella me animé. Ahora estoy encantada de haberlo hecho… Sois vosotras el empuje que necesito para arrancar.... Y me encanta ver como cada una, con su historia, hace un esfuerzo para asistir y para dar sus pasitos o zancadas… Muchas gracias Paloma, muchas gracias Vanessa y muchas gracias chicas todas¡¡¡¡¡¡

Nunca es tarde para empezar a soñar...

La historia de Paloma:
Empece a correr cuando me recupere de la cesárea de mi primera hija, hace ya 5 años. Antes hacia aerobic y step, algo de natación. Correr no me gustaba nada, me aburría un montón y eso que mucha gente me decía que era un "vicio". Claro con un bebé no podía tener horarios, por lo que lo único que podía hacer era correr, llegaba alguien a casa, me ponía las zapatillas y al lío!!! Y tanto que me gusto.... solo he parado por el embarazo de mi segunda hija y por las lesiones. Siempre he buscado huecos, sola normalmente y con alguna amiga alguna vez salía a rodar un ratillo, mucho menos que ahora claro, 20'/30' a lo sumo. Luego me incorporé al grupo de VV y aun mejor, te motiva un montón conocer gente como tú. Las lesiones me han frenado un poco, pero no pierdo la ilusión y las ganas!!! 
Mi mejor momento... No físicamente ( corrí lesionada de la rodilla) pero si por la amistad, compañerismo y lo bien que lo pasamos en el MAPOMA 2015..... Hice los 10K, pero lo mejor acompañar a Belen en los últimos km de su primera maratón con Laura, Pilar y Alicia, empapándonos!!!
Lo recomiendo al 100% porque en el grupo VV no solo se corre, además de conocer a chicas estupendas, te conoces mejor tu misma, te da vitalidad y afán de superación. 
Y esta es la historia. 
Muchas gracias y decirte que eres todo un ejemplo a seguir 
Bss, Paloma.

Esperamos que os guste esta bonita entrevista a Vanessa.


¡Me encanta correr, me apasiona competir!


Soy Noelia, llevo en el grupo desde el inicio. Me hizo mucha ilusión enterarme que Vanessa Veiga iba a entrenar a un grupo de chicas y por supuesto me anime, total era un mes y podía apañarme con trabajo, casa, estudios y niña. El mes se alargó un poco... llevo mas de un año. 
Antes del grupo de Vanessa llevaba solo unos meses corriendo por mi cuenta, "SOLO" había corrido 3 carreras populares y digo solo  en mayúsculas  porque este  año han sido 23. ¿Para que mentir? me gusta competir y si puedo ganar a la de delante pues mejor que 
mejor, pero sin todas mis compañeras, sin Vanessa no sería posible, gracias a ellas por esos entrenamientos en grupo. La soledad corriendo es lo peor que hay. Este año vamos a ampliar distancia, quiero hacer una media maratón e ir bajando tiempos en otras distancias. Os espero en las Salidas y Metas…
Nunca dejéis de intentar luchar por vuestros sueños.

No solo es correr...

Desde hace un tiempo siento especial curiosidad por el mundo del trail, tal vez sea por ver la cara de felicidad que trae Julio cada vez que se va a la montaña o puede que simplemente sea el hecho de salir de la rutina, del estrés del día a día o la necesidad  de encontrar el silencio más absoluto que me lleve a la desconexión total. El caso es que con mi maltrecho tendón y mi pésimo estado de forma no me atrevo aún, aunque aviso que el contacto tan directo con la naturaleza ya me tiene seducida.
Desde hace un tiempo unos amigos me han animado a salir a correr por el campo con unos adorables y fieles amigos llamados perros. He de decir que soy una enamorada del mundo animal, me atrevería a decir que me he criado entre todo tipo de animales: pájaros, perros, gatos, caballos... 
Además de un marido y tres hijos, tengo dos perritas y seis tortugas y dos conejos.
¿Que quiero decir con esto? 
Veréis, desde que he vuelto a correr después de mi operación de tendón de Aquiles, voy mejorando poco a poco pero creo que el miedo al dolor, el miedo a no ser capaz de alcanzar lo que busco, me ha hecho perder la capacidad de sufrimiento; de alguna manera, ese miedo no me deja dar el 100%. (Digamos que antes de intentarlo ya busco una justificación a lo que puede que sea un futuro fracaso)
Hace unos días decidí probar a correr con un perro, mi amigo Fernando me enseñó y me dejó a su perra Lana, desde la primera zancada me olvidé del dolor, del miedo... Sólo importaba correr y correr, subir y bajar cuestas. Lana sabía el camino, yo sólo tenía que tener fuerza para seguirla (podéis alucinar con las agujetas que me fui a casa el primer día, bueno y el segundo...)
Este fin de semana pasado me animé a participar en una carrera, carrera que organizaban los amigos de Mushing Toledo. Más nerviosa que de costumbre me puse en la línea de salida con el único objetivo de disfrutar y seguir a Lana, desde que dieron el pistoletazo de salida supe que no iba a ser un día cualquiera... 
Dieron el disparo y se me olvidaron como por arte de magia los últimos meses, se me olvido el dolor, los meses sin entrenar, todo lo malo que últimamente no me dejaba avanzar. La salida fue al estilo "sálvese quien pueda" ¡¡sin pensar!!¡¡hasta que el cuerpo aguante!! Y finalmente aguantó hasta casi la última cuesta donde me di cuenta que me temblaban las piernas, me di cuenta que me había quedado vacía, me di cuenta que después de muchísimo tiempo había sido capaz de superar la barrera que mi mente había puesto a mi cuerpo y por fin era capaz de dar el 100% de mi. Gracias a Mushing Toledo, María, Fernando...por enseñarme esta forma nueva de sentir este deporte, por enseñarme a disfrutar del deporte, la naturaleza y la compañía de estos pequeños amigos de cuatro patas. 
Gracias Aurelio Gómez por dejar inmortalizados estos momentos tan bonitos.


Running, Mushing... Lo importante es disfrutar.

Inés Albillos López

                        Mi experiencia

 

Dicen que correr es de cobardes. En mi opinión cobarde es aquel que no se atreve, que no es capaz de ponerse unas zapatillas y salir recorrer las calles, los parques y poder así sentir el mundo bajo sus pies.

 

Durante estos últimos meses, desde que me uní al grupo de VVRunners, formado y dirigido por Vanessa Veiga, solo puedo decir “GRACIAS”.  Gracias por hacernos entender que el deporte no es algo que únicamente ocupe un tiempo, si no que va mucho más allá. Es una forma de vida, es una forma de sentirse bien con uno mismo, es superación, es esfuerzo, es sentirnos capaces de superar límites y barreras que nunca pensamos alcanzar.

 

El running para mí, no es solo salir a correr, es mucho más. Es pertenecer a un grupo estupendo en el que muchas otras chicas como yo compartimos nuestras experiencias, nos animamos y día a día intentamos superarnos. A su vez, puedo afirmar que es una lucha interna entre el “yo” que dice no poder más y el “yo” que se empeña en seguir. Es una batalla que únicamente “yo” soy capaz de vencer, de conseguir en cada zancada para siempre llegar hasta el objetivo. Y llegando al final es dónde nos damos cuenta que sí somos capaces de conseguirlo. 

 

Hace unos días tuve la oportunidad de llegar más allá. Ponerme un dorsal y salir a correr. No iba sola, esta vez iba acompañada de Duke, mi gran compañero, ese que siempre está esperando en casa con la misma ilusión y alegría cada día cuando nos ve llegar. Ese que siempre quiere estar a tu lado, que es tu compañero fiel y sabes que no te va a fallar. Y así fue, unidos mediante un arnés pudimos ambos completar nuestra primera experiencia en el mundo del canicross

 

Cuando llegamos, estábamos un poco nerviosos los dos, no sabíamos qué hacer, no conocíamos el recorrido, todo era nuevo. Sin embargo de repente todo cambió, fue escuchar el pistoletazo de salida y no lo dudamos, unidos, con esa complicidad que siempre hemos tenido, salimos a correr y el tiempo se paró. 

 

Parecía que Duke ya sabía a lo que iba, sin pensarlo éescogió nuestro camino, disfrutó como el que más y me ayudó a disfrutar a mí. Me impulsó para seguir, subir aquellas cuestas y sobretodo no parar ante la dificultad. Ahora sólo tocaba desconectar, sentir el campo, la naturaleza y sobretodo saber que gracias a él, yo conseguía ser mejor. Él sabía que éramos capaces y así fue. Pasamos de ser dos a uno, un tándem perfecto para llegar mucho más allá. Y esperemos así sea. Esta primera experiencia ha conseguido despertar en mí mucha ilusión, saber que correr no siempre es cuestión de uno, ahora seremos dos y juntos nos quedan muchos, muchos kilómetros por recorrer. 

 

Por ello una vez más, gracias Vanessa y Julio por vuestro impulso de locura en este nuevo mundo al que llamamos running o mushing dependiendo quien te acompañe. Y también gracias a vosotras, mis compañeras VVRunners, por hacerme creer que querer es poder, que esfuerzo y lucha es sinónimo de superación y que juntas siempre todo va mucho mejor. Muchas gracias de corazón. 

 

 




Dos retos y un sueño... #nuncadigasnopuedo

2 RETOS Y UN SUEÑO

 

Toda esta aventura (o locura) empezó el 23 de abril, ese día hice mi primera media y terminé muy contenta. Al momento de terminar Vane me llamó por teléfono para preguntar qué tal y para que le fuese diciendo cómo iban las chicas del maratón. Al decirle lo contenta que había terminado y lo motivada para hacer otra media, ella me dijo “la Behobia” y yo conteste “estás loca, esa carrera es muy dura, ni de coña”. Pero ahí se sembró la semilla y empecé a pensar, “si me lo plantea es porque cree que puedo hacerlo”, “podré hacerla?”, “ni de broma esa carrera es demasiado para ti”, “pero si Vane me lo dice será que puedo hacerla”Durante esa semana me dijo varias veces, “puedes hacerla, es la carrera más bonita que hay”, “es una carrera especial”, “es la carrera”, “ahora estás en forma y puedes hacerla, el año que viene quién sabe”... y una que es facilona de convencer y que también me va la marcha y los retos, pues a la semana de hacer la rock & roll, estaba reservando hotel en San Sebastian para ir a correr la Behobia.

Empezamos los entrenos a finales de julio, excepto en vacaciones, la mayoría de ellos acompañada por Zulema, que hacemos muy buen tándem y nos complementamos muy bien. Pero esta vez cada una iba a su carrera. Se acercaba la fecha y durante los entrenos me encontré bien, pero empiezan las dudas previas “¿seré capaz?”... Esta vez enfrentaba doble reto, además de hacer una carrera con un perfil exigente, por primera vez iba a hacer una carrera yo sola, sin ir con ninguna de mis compañeras. Vane me decía “la gente te lleva” y yo le contestaba “ya verás cuando llegue a la salida y pida a los que me tienen que llevar al sillón de la reina”

Llegaron los 15 días antes de la carrera y empiezo a mirar previsiones de tiempo y “horror” dan lluvia para ese día. No me importa si llueve un poquito, pero dan previsiones muy altas y me da miedo que la lluvia sea muy fuerte y que la carrera sea mucho más dura de lo que ya es. Finalmente los días previos la previsión mejora un poco, lloverá pero no en exceso.

Por fin llega el viernes 9 y salimos temprano para San Sebastian, el finde lo pasamos muy entretenido, visitas por la ciudad, feria del corredor, etc... la noche antes de la carrera apenas duermo, veo casi todas las horas del reloj, estoy nerviosa. Me levanto temprano y bajo a desayunar, ahí me encuentro con Vane, también ha dormido mal y está un poco tensa. 

A las 08.00 salgo acompañada por Javi para ir a coger el tren que me llevará a la salida y al salir a la calle me encuentro con Vane que se va también en los coches que les llevan de la organización. Al salir ha empezado a llover y Javi sube a por un paraguas, me quedo en la puerta del hotel y de repente me grita Vane “Amelia, corre hay un sitio en el coche”... total me monto y ni siquiera puedo despedirme de Javi, le llamamos para decirle que me he marchado. En el trayecto en coche vamos haciendo el recorrido en sentido contrario, Vane y Carles Castillejo me van explicando un poco el recorrido y yo no quiero ni mirar. 

Llegamos a la salida y estoy un rato con ellos. Ellos salen a las 10:15 y yo a las 10:30. A las 09:50 decido irme a buscar mi cajón de salida y dejo a Vane con su amigo Juan calentando. Me voy caminando yo sola, bajo la lluvia que estaba cayendo, con mi chubasquero puesto y viendo los grupos enormes de gente que iban hacia sus cajones. Por fin, encuentro mi cajón, quedan 20 minutos para salir, me meto y espero allí bajo la lluvia fina, observo a la gente que va llegando, prácticamente todos en grupos y de repente pienso... estoy aquí sola, mojándome, con frio “que hago aquí?” Sin apenas darme cuenta me veo ya a 2 minutos de la salida y de repente oigo a mi lado “al final voy a poder saludarte antes de correr!!!” Que alegría una cara conocida, es Marcos, el amigo de Vane con el que habíamos tomado café la tarde antes. Y de repente cuenta atrás “10, 9, 8...” un beso de suerte a Marcos y empiezo a correr.

Voy expectante mirando todo a mi alrededor, hay muchísima gente gritando, animando... estoy flipando!!!.Me pego al lado derecho para que no me arroyen y porque Javi me espera en el km 17 en ese lado, pues ya voy por ahí. De repente oigo a mi lado, “voy contigo un poquito”... de nuevo Marcos, que alegría. Y al instante escucho como gritan mi nombre, miro al lado y es Itziar, que va hacia su salida... que subidón ver caras conocidas. Me emociono tanto, que hasta Marcos me tiene que recordar que no me acelere que acabamos de salir. Marcos me acompaña hasta casi el km4 y ya él tira, me quedo sola. 

Voy disfrutando del ambiente, es impresionante la gente que hay animando, van leyendo los dorsales y es muy curioso ir escuchando tu nombre continuamente “aupa Amelia”, “vamos” y muchas más cosas que no entiendo, jajaja... Me voy dejando llevar, mirando a todas esas personas animando, chocando la mano a los niños que están con sus brazos extendidos...te hacen sentir como si fueses una estrella del atletismo, jajaja. De repente me veo en la primera gran subida de la carrera y me digo “vamos Amelia a por ella”. Voy tan absorta en la gente que está animando, que de repente me veo que estoy arriba y que voy muy bien... me emociono, se me llenan los ojos de alagrimas al ver que he subido así de bien. 

Continuo el recorrido, me aseguro ir pisando bien los controles porque Javi, algunos amigos y mi familia me está siguiendo por la aplicación, que vean que voy avanzando bien. Sigo disfrutando de la gente animando, veo al famoso heavy con la bandera pirata, la gente hasta se hace fotos con él. Subo la segunda cuesta importante Capuchinos, durante todo el recorrido hay pequeñas cuestas, que como me dijo Marcos, estas no te las cuenta nadie, pero también suman a las piernas. Al bajar despuésdel segundo alto, por un momento noto que las piernas se van cargando, ya estoy en el km 14; pero me vuelvo a meter en el ambiente de la gente animando y no me vuelvo a acordar de mis piernas. 

Llego al km 16 y toca subir la última gran cuesta, la másdura para todo el mundo, el alto de Miracruz. Aquí si noto que las piernas pican, pero  que arriba está Javi esperando, asique a apretar que ya no queda nada, luego ya es bajar y disfrutar. La gente va animando a tope para ayudar en la subida y créeme que ayudan. Veo que ya llego, ya no queda nada y veo a Javi nervioso buscándomeentre la gente, levanto la mano y me ve, se le ilumina la cara y yo me emociono de llegar a donde está, he conseguido llegar (y disfrutando) hasta ahí arriba y allíestá mi premio, ahora a bajar y a disfrutar juntos los últimos kms...la carrera ya está hecha.

Lo primero que le pregunto “¿y Vane?”, me dice que ha terminado octava, pero que está bien, que ha llegado bien. Me dice que me va a estar esperando para hacer el final conmigo, que alegría eso es que realmente está bien. Avanzamos disfrutando el ambiente, charlando de cómohe ido haciendo la carrera. Empezamos a ver los arcos y me dice Javi, Vane está esperando en el del Diario Vasco... me quedan 3 arcos para llegar. Me acerco y veo su gorra rosa moviéndosebuscándome entre la gente y levanto la mano, están ella y Juan esperando. Me acompañan los 3 el último km, es espectacular voy camino de conseguir mis dos retos terminar la carrera y disfrutarla, estoy disfrutando como una enana, el ruido de la gente animando, gritando, pegando en las vallas es ensordecedor, Vane gritando “Vamos Ame disfruta”, Juan diciéndome “disfruta de estos últimos metros”... No quiero que se acabe, estoy cansada ya, pero no quiero que esto se acabe. Cruzamos la meta, RETO CONSEGUIDO, DISFRUTADO y Sueño cumplido. Mi sueño era que Vane viniese a por mí porque eso significaba que ella estaba bien, algunos días durante los rodajes largos de entrenamiento imaginaba ese momento y me emocionaba.

Solo puedo dar las GRACIAS a Vane por convencerme para ir, por creer en mí, por hacer que yo crea en mí, por haber pasado un fin de semana tan especial, por haber podido disfrutar de LA CARRERA. GRACIAS tambien a Javi por apoyarme en este reto y por acompañarme en él. 

Tanto hemos disfrutado que mi reserva de hotel para el año que viene ya está confirmada... y creo que el año que viene no voy sola. NOS VEMOS EN BEHOBIA!!


Somos fuertes.


Somos fuertes, muy fuertes, y aunque me veas pequeña y poquita cosa, soy fuerte. Aunque creas que tengo muchos años, soy fuerte. Aunque alguna vez me hayas visto llorar, soy fuerte. Aunque sea una mujer, soy fuerte.
Por eso voy a llegar al final, y cuando sienta la         tentación de parar, cuando crea que ya no puedo seguir, seguiré, porque nosotras no nos paramos nunca.
Cuando me duelan las piernas y me duela respirar, seguiré corriendo, y pensaré en vosotras, con las que tanto camino he recorrido, y en las horas que he robado a los míos. Pensaré en los que están y en los que no. Y correré.
Porque esto es una lección de vida, y en la vida, nosotras no nos rendimos. ¡NUNCA!.

EDP Rock &Madrid Maratón & ½

“Esos últimos metros dentro del parque del Retiro me quedarán marcados para el resto de mi vida”.


Quiero compartir con vosotros esta pequeña descripción de lo que para mí fue correr la maratón de Madrid. Es un artículo que una vez escribí para una revista relacionada con esta carrera.


“La gente me preguntaba una y otra vez: ¿por qué Madrid? Mi respuesta era la siguiente pregunta: ¿por qué no?
Después de la mala carrera de los JJOO tenía miedo de volver a enfrentarme a los 42.195m y no saber estar a la altura, necesitaba volver a sentir, disfrutar y al mismoA tiempo sentirme querida y arropada, para eso tenía que encontrar el mejor de los escenarios, y Madrid reunía todo lo que buscaba. Un perfil duro, sí, pero con duende. Muchas veces los corredores sin darnos cuenta dejamos a un lado la verdadera esencia de nuestro deporte por perseguir una marca o por intentar ganar al compañero… Y nos olvidamos de disfrutar, dejamos a un lado lo que nos hace sentir bien y nos hundimos en una espiral que nos gasta la energía y nos hace perder la ilusión, y es justo lo contrario a los valores que yo intento trasmitir. Disfruto corriendo, me gusta lo que hago, persigo mis sueños, pero sin perder mi personalidad. Por eso me decidí a correr Madrid.
Correr en Madrid suponía correr en casa, era saber que en cada esquina yo sería  la protagonista pues ahí estaría mi familia, mis amigos y la gente que me quiere. Con la tranquilidad de sentirme protegida y arropada por los míos, ese 27 de abril pasara a formar parte de uno de los mejores días de mi vida.

Esa mañana amaneció un día frío, por suerte para los 26.000 corredores que a las 9:00 tomamos como nuestras las calles de Madrid. Curiosamente, ese día, una paz y una tranquilidad (cosa inusual en mi) me hacían presagiar que haría algo grande, el saber que Julio y Fernando estarían a mi lado todo el tiempo, me hacían sentir segura. Al poco de comenzar la prueba me di cuenta que sería dura, muy dura, pero no me importaba, mis escuderos estaban ahí; habíamos compartido cientos de km… Todo estaba calculado al milímetro, prueba de ello era la “chuleta” que Fernando llevaba en el brazo jajaja…

Durante la primera mitad de carrera entre el público pude reconocer muchas voces conocidas: Marco, Nuria, Azu, Grego, Sagra, mis compañeros De Traininrey y un largo etc… Me sentía feliz, cómoda y ¡capaz de comerme el mundo! Cómo veis hasta ahí todo perfecto. Cuando entramos en la casa de campo más o menos km 23 los nervios empezaban a jugarme una mala pasada… Las dudas  y el miedo a no saber sí sería capaz de afrontar el tramo final de la carrera me estaban empezando a bloquear las piernas; en medio de mis pensamientos la voz de un amigo que iba en una bici me tranquilizo, “Vane, las africanas no tienen buena cara” enseguida me recompuse. Así llegamos al temido km 33 uno de los puntos negros, yo gracias a Dios me encontraba muy entera y una de las africanas ya se había descolgado; poco después era Girma Tadese la que me descolgaba a mí en un ataque muy fuerte, ahí, tanto Fernando como Julio vieron una temeridad intentar seguir ese ritmo y me convencieron para seguir nuestro plan, seguros de que ese había sido un gran error por parte de la atleta africana. En ese momento Julio tampoco pudo seguir nuestro ritmo, la lesión que le retiró de la alta competición había llamado a su puerta, algo con lo que contábamos. Pasado el 35 mis piernas y mi cabeza empezaban a flojear… Fernando trataba por todos los medios que yo no me viniera abajo, llevaba el ritmo como un reloj y no paraba de recordarme todo lo que habíamos entrenado… Sufriendo muchísimo y recordando todo lo que había entrenado para llegar ahí, día a día con Fernando, las tiradas largas con mis compañeros y deseando abrazar a mis hijos que estaban en la meta… Llegamos al 39, ¿qué os puedo decir? Yo pensaba que ahí empezaría lo peor, mi fisioterapeuta estaba ahí para darme ánimos, casi salgo corriendo, ¡pero para otro lado! Con el dolor de piernas que yo tenía…Alguien nos había dicho que nos sacaba la primera un minuto; nosotros seguíamos a nuestro ritmo, sufriendo mucho pero contenta por mi 2º puesto.A

En el 39,5 alguien me dice que la primera va pinchada, que la puedo ganar, yo pensaba que se estaba quedando conmigo, la sensación que yo llevaba era de ir andando pero poco a poco íbamos recortando metros; recuerdo mi mirada clavada en el cartel del km 40 y la voz de mi cuñado:“Vane, ahora o nunca” “tienes la oportunidad  de ganar el Maratón de Madrid”, palabras que se me han grabado en lo más profundo de mi corazón y que eran el único combustible que me quedaba, me dolían las piernas, la espalda, tenía  calambres en los brazos ¡y solo quedaba 1195m! Tenía que intentarlo, seguir sufriendo, ¡pelear hasta el final!

Ya dentro del Retiro, el bullicio de la gente me llevaba entre algodones, Fernando gritaba eufórico, mientras yo me preparaba para lo que ya sabía que sería mi gran victoria, soy una atleta muy rápida, con un gran final y con fuerza suficiente para conseguir adelantar a la africana y ser la primera mujer que vieran mis hijos entrar a la meta.

Tan sólo quedaban 195m... Más o menos 35 segundos, un mundo en aquel momento para mí ...Una explosión de sentimientos, una euforia  incontrolable. Sólo quería gritar, saltar, llorar.  Abrazar a mi gente y saborear lo que tanto trabajo me había costado conseguir. Esos últimos metros dentro del parque del Retiro me  quedarán marcados para el resto de mi vida.
Espero que os guste mi experiencia y os ayude a entender la cantidad de cosas que pasan por mi cabeza cuando me enfrento a la prueba más mágica del atletismo; no es nada fácil plasmar con palabras los sentimientos, las emociones que brotan en lo más profundo del corazón. Julio siempre me decía:” si algún día lo pruebas te va a encantar” , lo que él no sabe, es que me enamoré de esta prueba en el momento que le vi correr a él, me ha enseñado a acariciar el asfalto, a sentirme más viva qMAPOMA_2013_185ue nunca cuando me enfrento a los 42.195.

Como decía antes, RNR Madrid Maratón & ½ no sólo es una cita atlética, es una fiesta del deporte donde todos y cada uno de los participantes son los protagonistas de su propia historia, historias llenas de trabajo, esfuerzo y superación. Donde todos llevamos el mismo objetivo: disfrutar y vencer el temido muro. También agradecer a los organizadores, patrocinadores y voluntarios que trabajan duro para ayudar a que nuestros sueños se hagan realidad.
Gracias a todos los que día a día me empujáis a seguir soñando”.

Vanessa Veiga


Un buen reconocimiento médico puede salvar vidas

Lo primero me gustaría dar las gracias a Alfredo por compartir con nosotros su experiencia.

¿Os habéis hecho alguna vez un reconocimiento médico deportivo? ¿Sabéis si vuestro corazón está preparado para tanto esfuerzo? ¿cuánto dinero os gastéis en unas zapatillas? ¿qué modelo de Reloj lleváis? ¿cuántos corazones tenéis?

En la última pregunta, todos tenemos la misma respuesta; Uno, solo tenemos un corazón y hay que cuidarlo mucho. Por ello os aconsejo a todos que os hagáis un buen reconocimiento médico.

Sin un buen corazón no sirve de nada llevar las mejores zapatillas deportivas del mercado ni el GPS último modelo.

 

Hola a todos, en primer lugar quiero presentarme, me llamo Alfredo y soy aficionado a todo tipo de deportes pero sobre todo al atletismo o como lo conocemos ahora “running, también quiero deciros que poseo una enfermedad neuromuscular pero que gracias a ella he conseguido disfrutar de los deportes e intentar ponerme metas cada vez más diferentes y que me motiven para seguir haciendo deporte, pero bueno no estoy aquí para hablaros de eso, os quería comentar lo importante que son las pruebas de esfuerzo para deportistas aficionados como somos el 100% de todos nosotros, ya que al final todos tenemos nuestro trabajo, nuestra vida y esto de practicar deporte es algo que nos viene bien para distraernos y más si lo hacemos con gente y sobre todo     también desde mi punto de vista que alguien especializado y con experiencia nos dirija esos entrenamientos que realizamos para así poder cumplir nuestros objetivos y disfrutar de nuestro deporte.

En fin, lo que quería comentaros es la importancia que tienen las pruebas de esfuerzo y es que yo he corrido dos maratones, cuatro medias maratones,  infinidad de carreras populares de 10 kilómetros, alguna que otra marcha cicloturista y he conseguido hasta terminar un triatlón, pero por circunstancias o dejadez nunca me había realizado una prueba de esfuerzo tan completa como la que me realizaron en Agosto. El caso es que después de realizarme dicha prueba los resultados no fueron los que yo esperaba y es que mi corazón no estaba tan bien como yo creía, era el caso claro cómo me dijo el médico de “muerte súbita” en el deporte. Según te lo dicen te quedas que no sabes ni que hacer, piensas que has tenido suerte porque después de todas las “locuras” en las que me he metido y he conseguido hacer sin saber lo que tenía y gracias a una prueba de esfuerzo que parece una tontería pero que no me cansaré nunca de decirlo no lo es, puedo decir que voy a volver a nacer. Me implantaran un DAI (desfibrilador automático) en unos meses y una vez “reparado el motor” podré seguir haciendo mi vida normal y eso si ya sin correr ningún peligro.

Por todo eso también quiero dar gracias a Julio y Fernando Rey y a Vanessa Veiga que fueron los que me recomendaron que me realizará esta prueba en un especialista deportivo, asique gracias a ellos porque he vuelto a nacer.

Para finalizar y aunque os resulte pesado, por favor todos los que hacemos deporte os recomiendo que os realicéis una prueba de este tipoya que el precio no es muy elevado pero ya sabéis que antes que el dinero está la salud y la tranquilidad de poder seguir disfrutando de nuestras familias y también de practicar cualquier tipo de deporte, por lo que os animo a que os hagáis esta sencilla prueba.

Un saludo

P.D.: Si alguien se piensa que porque me tengan que operar dejaré el deporte está muy equivocado, volveré una vez pasado el tiempo que los médicos recomienden y con más ganas que nunca.